Otro lunes más, Luis Lorenzo acudía a primera hora de la mañana a los Juzgados de Arganda del Rey para firmar y cumplir así con las medidas cautelares. Fue el pasado 25 de mayo cuando tanto él como su mujer, Arancha Palomino, eran investigados por un posible envenenamiento que causaría la muerte de la tía de ella.