Las últimas semanas han sido muy complicadas para Manu Tenorio, que nunca habría imaginado la polémica que se desataría tras hacer pública su desesperación porque llevaba más de un año lidiando con unos 'inquiokupas' en su casa de Sanlúcar de Barrameda que le debían más de 10.000 euros y que se negaban a abandonar la vivienda a pesar de que había finalizado su contrato de alquiler. Ahora, el cantante ha regresado a Madrid tras cumplir con unos compromisos profesionales, optando por ponerse unos auriculares para ignorar las preguntas de la prensa.