Tras confirmarse el divorcio de doña Cristina, la Reina Sofía ha protagonizado su primer acto oficial y ha llamado la atención su rostro serio y pensativo, lejos de la sonrisas que suele lucir en todas sus apariciones. La Emérita ha presidido en el Acuartelamiento 'El Rey' de la Guardia Real la promesa o jura ante la Bandera de España y, aunque el acto era solemne, su actitud reflexiva y cabizbaja ha resultado muy significativa.