Sara Carbonero ponía rumbo este lunes a Panamá para visitar, como Embajadora de Buena Voluntad de Unicef, el camino migratorio más peligroso del mundo, Darién. Sara Carbonero está encantada con la alegría y el amor que manifiestan las familias panameñas, con las que ha podido pasar tiempo de calidad y de las que ha dicho se puede aprender mucho. Sara ha participado en varias actividades con mujeres y niños de estas comunidades y está aportando su granito de arena para construir un mundo mejor.(Fuente: Sara Carbonero / UNICEF)