MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cuando los cometas se acercan al Sol, liberan gas y polvo. En el caso de los cometas que pasan cerca de la Tierra, esta actividad cometaria se ralentiza en órbitas sucesivas.
El astrónomo Nathan Kaib, de la Universidad de Oklahoma, ha descubierto que este mismo fenómeno de desvanecimiento de los cometas se produce cuando éstos pasan repetidamente por la región más lejana de Saturno, según publica en la revista 'Science Advances'.
"Los cometas de período largo, aquellos que tardan al menos cientos de años en dar una vuelta al Sol, pasan la mayor parte de su vida a miles de veces más lejos del Sol que la Tierra --explica Kaib profesor asociado del Departamento de Física y Astronomía--. Sin embargo, a veces desarrollan órbitas muy elípticas y, a su vez, realizan incursiones regulares hacia el Sol y sus planetas cercanos. Cuando estos cometas se acercan al Sol, su intenso calor convierte sus superficies heladas en gas".
Esta actividad cometaria es la que da a los cometas su llamativo aspecto en el cielo y hace que sean relativamente fáciles de encontrar para los astrónomos. A medida que el calentamiento extremo del Sol va agotando las reservas de hielo de su superficie, la actividad de los cometas que pasan cerca de la Tierra disminuye, o se desvanece, con el tiempo".
En este estudio, Kaib descubrió que este fenómeno de desvanecimiento también se produce entre los cometas que pasan por el sistema solar exterior cerca o más allá de la órbita de Saturno. Lo que hace que sus hallazgos sean sorprendentes es que estos cometas experimentan un calentamiento mucho más débil del Sol en comparación con los que están más cerca de la Tierra. De hecho, a diferencia de los cometas más cercanos, el calentamiento del Sol es tan débil que el hielo a base de agua no puede evaporarse en estos cometas.
Al realizar simulaciones por ordenador de cometas que viajan cerca de los planetas gigantes del sistema solar exterior, Kaib demostró que la gravedad de los planetas gigantes encoge rápidamente las órbitas de los cometas distantes, de modo que realizan excursiones más pequeñas lejos del Sol entre los pasos por el sistema solar exterior.
"Por lo tanto, deberíamos esperar que el sistema solar exterior tuviera muchos más cometas en estas órbitas reducidas en comparación con los que tienen órbitas más grandes --subraya--. En cambio, los astrónomos ven lo contrario: los cometas lejanos con órbitas reducidas están casi totalmente ausentes de las observaciones de los astrónomos, y los cometas con órbitas más grandes dominan nuestro censo del sistema solar exterior".
"El rápido desvanecimiento de los cometas que se produce durante este encogimiento de la órbita explica esta paradoja, ya que hará que los cometas más antiguos sean invisibles para las búsquedas de los astrónomos", añade.
Dado que los cometas lejanos son difíciles de estudiar, la comprensión de los astrónomos de los cometas se basa principalmente en el estudio de los que están en órbitas cercanas a la Tierra. El hallazgo de Kaib sugiere que el paso por el sistema solar exterior puede alterar las propiedades físicas de muchos cometas cercanos a la Tierra antes de ser descubiertos.
"El desvanecimiento entre los cometas lejanos se descubrió combinando los resultados de las simulaciones por ordenador de la producción de cometas con el catálogo actual de cometas lejanos conocidos --explica Kaib--. Estos cometas lejanos son débiles y extremadamente difíciles de detectar, y las campañas de observación de cometas se han esforzado en construir este catálogo durante los últimos 20 años. Sin él, este trabajo actual no habría sido posible".
Kaib espera que el Legacy Survey of Space and Time, una misión de 10 años de duración que estudiará el cielo austral en el Observatorio Vera C. Rubin, de Chile, aumente rápidamente los descubrimientos de cometas.
"El desvanecimiento de cometas caracterizado en mi trabajo será fundamental para comprender e interpretar adecuadamente este inminente diluvio de cometas recién descubiertos", asegura.