MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación ha confirmado que las extrañas ráfagas rápidas de radio (FRB por sus siglas en inglés) que los astrónomos llevan cazando hace 10 años, provienen del espacio exterior.
Los Fast Radio Bursts (FRB) presentan uno de los mayores misterios de la astronomía moderna: ¿qué o quién en el Universo está transmitiendo breves ráfagas de energía de radio a través del cosmos?
Manisha Caleb, estudiante de doctorado en la Australian National University (ANU), la Universidad de Tecnología de Swinburne y el Centro de Excelencia ARC para la Astrofísica del Cielo (CAASTRO), detectó tres de estos Fast Radio Bursts (FRBs) con el radio telescopio Molonglo, a 40 kilómetros de Canberra.
Descubierto hace casi 10 años en el radio telescopio Parkes de CSIRO, los FRB son pulsos intensos de luz de radio de una duración de milisegundos que parecen venir de grandes distancias. Son alrededor de mil millones de veces más luminosas que cualquier cosa que hayamos visto en nuestra propia galaxia de la Vía Láctea.
Una posible explicación del misterio es que no vinieran realmente del espacio exterior, sino que fuesen una forma de interferencia local que engañaba a los astrónomos para hacerles buscar nuevas teorías de su "imposible" energía de radio.
"Quizás la explicación más extraña para los FRBs es que eran transmisiones extraterrestres", dice el compañero de la ARC Laureate Matthew Bailes de Swinburne.
"Los radiotelescopios convencionales de plato único tienen dificultades para establecer que las transmisiones se originan más allá de la atmósfera terrestre", dice Chris Flynn, de Swinburne.
En 2013 los científicos e ingenieros de CAASTRO se dieron cuenta de que la arquitectura única del telescopio Molonglo podría colocar en una distancia mínima a los FRB debido a su enorme distancia focal. Comenzó un esfuerzo masivo de reingeniería, que ahora está abriendo una nueva ventana en el Universo.
El telescopio Molonglo tiene una enorme área de recogida (18.000 metros cuadrados) y un gran campo de visión (ocho grados cuadrados en el cielo), lo que lo hace excelente para la caza de FRB.
El proyecto de Caleb fue desarrollar software para tamizar los 1.000 terabites de datos producidos cada día. Su trabajo valió la pena con los tres nuevos descubrimientos de FRB.
"Es muy emocionante ver el telescopio Molonglo de la Universidad de Sydney haciendo descubrimientos científicos tan importantes al asociarse con la experiencia de Swinburne en supercomputación", dice la profesora Anne Green, de la Universidad de Sydney.
"Saber de dónde provienen los estallidos es la clave para entender qué los hace. Sólo una FRB ha sido relacionada con una galaxia específica", dice Caleb. "Esperamos que Molonglo haga esto con muchas más ráfagas".
Un documento sobre el descubrimiento "Las primeras detecciones interferométricas de Fast Radio Bursts" ha sido aceptado para su publicación en Monthly Notices de la Royal Astronomical Society. Está disponible en línea en arxiv.org.