Captura del protector de pantalla de SETI @ home, un proyecto de computación distribuida en el que los voluntarios donan energía de computadora inactiva para analizar señales de radio en busca de señales de inteligencia extraterrestre. - SETI@HOME
MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Cualquier civilización inteligente con la que la Humanidad pueda contactar probablemente sea dos veces más antigua que nosotros, y potencialmente mucho más antigua, según un nuevo estudio estadístico.
El trabajo, dirigido por el doctor David Kipping en la Universidad de Columbia, se detalla en un nuevo artículo en el International Journal of Astrobiology, que considera cómo los humanos contactarían una civilización de mil millones de años.
Comprender la importancia de esa pregunta requeriría estimar lo probable es que exista una civilización de mil millones de años. Esa no es una pregunta particularmente fácil de responder, ya que no tenemos ninguna evidencia directa de civilizaciones de mil millones de años.
Sin embargo, el registro histórico proporciona dos tipos de conjuntos de datos similares, aunque en escalas de tiempo mucho más pequeñas: cuánto tiempo han durado las civilizaciones históricas y cuánto tiempo duran las especies. Los autores intentaron encontrar un modelo estadístico que se ajustara razonablemente a esos dos conjuntos de datos, informa Universe Today.
Oportunamente, ambos conjuntos de datos se adhieren a un modelo estadístico similar, conocido como distribución exponencial. Las distribuciones exponenciales son muy comunes en estadística y, convenientemente, solo requieren una única variable para determinar la forma de la curva. En este modelo, toda la distribución se describe por la vida media de una civilización. Los datos históricos volvieron a ser útiles cuando se buscaban valores razonables de ese parámetro, siendo el promedio de vida más adecuado aproximadamente el doble de la edad actual de nuestra civilización.
El doctor Kipping y sus coautores señalan que esta distribución exponencial, aunque es un punto razonable para comenzar a extraer algunos detalles, es una simplificación de lo que probablemente sea un cálculo muy complejo. A pesar de esa simplificación, el documento puede extraer varias ideas.
La edad promedio de cualquier civilización extraterrestre potencial es una de esas ideas. Los autores calculan que, en promedio, una civilización que detectemos será aproximadamente dos veces más antigua que la nuestra. Una advertencia interesante aquí es que no establecen directamente la edad de nuestra propia civilización y señalan que las matemáticas funcionan sin importar la edad que se use. Por ejemplo, si una persona define la edad de nuestra civilización como los 12.000 años que hemos estado prosperando, entonces es probable que las civilizaciones continúen prosperando de una manera detectable durante 24.000 años en promedio. Sin embargo, eso no significa que la civilización sea destruida al final de ese período de tiempo, simplemente significa que ya no están haciendo lo que se utilizó para definir una "civilización".
Otro ejemplo muestra cómo podría funcionar esto. Según las estimaciones del autor, es probable que la vida útil de una civilización que emite ondas de radio al espacio solo sea de 200 años, aproximadamente el doble de la vida útil de los 100 años que ya lo hemos estado haciendo. Alrededor de ese período de tiempo, una civilización que usa radio probablemente comenzaría a usar tecnologías más avanzadas que reemplacen las ondas de radio de transmisión omnidireccional, como los láseres. Entonces, si bien ha dejado de existir como una civilización "emisora de radio", sus miembros todavía están vivos y bien utilizando una tecnología nueva, algo menos detectable.
Alternativamente, también nos hemos vuelto más expertos en ver otras características potenciales de una civilización tecnológica. En conjunto, estas características se conocen como "tecnofirmas" y van desde pulsos de láser dirigidos hasta mapas de calor de exoplanetas. Kipping señala que una nueva generación de telescopios será capaz de detectar algunas de estas tecno-firmas en exoplanetas cercanos, lo que nos dará una visión de posibles civilizaciones alienígenas que nunca antes habíamos podido observar.
Otra de las cuestiones que aborda el documento es la probabilidad de que una civilización detectada sea más antigua o más joven que nosotros. Esto podría tener implicaciones de gran alcance sobre cómo, o incluso si, decidimos iniciar el primer contacto.
Las curvas exponenciales tienen una gran parte del área bajo la curva (es decir, el número total de civilizaciones) en la parte inferior de la curva, con un número cada vez menor en una "cola" extendida más alejada. Usando esta curva de distribución exponencial, aproximadamente el 60% de las civilizaciones probablemente sean más jóvenes que nosotros, mientras que el 40% probablemente sean mayores.
A primera vista, esto implicaría que es más probable que encontremos una civilización más joven que nosotros. Sin embargo, esto no explica un fenómeno conocido como sesgo temporal. Aunque hay más civilizaciones que tienen una vida más corta que la nuestra, el hecho de que tengan una vida más corta significa que es mucho menos probable que terminemos existiendo al mismo tiempo que ellos.
Este resultado es la conclusión principal del artículo: que cualquier civilización que detectemos tiene más probabilidades de ser mayor que nosotros en lugar de más joven. De hecho, las matemáticas muestran que hay un 10% de posibilidades de que una civilización que logremos encontrar sea más de 10 veces más antigua que nosotros. Si estas civilizaciones siguen la curva de crecimiento tecnológico exponencial que la humanidad ha estado siguiendo durante los últimos siglos, "la mente se aturde en cuanto a cuánto más avanzada podría ser dicha civilización", señala Kipping.
También señaló que estos modelos estadísticos tienen el impacto más práctico cuando se consideran civilizaciones de capacidad técnica ambigua. Si una civilización es notablemente más avanzada que nosotros, como una que puede construir un enjambre de Dyson (una estrella recubierta por una esfera para dominar su energía), no habrá muchas dudas sobre cuáles son sus capacidades tecnológicas en comparación con las nuestras. Sin embargo, si logramos detectar una isla de calor en un exoplaneta cercano, podría representar una civilización que acaba de pasar de la edad de piedra o una que ya ha desarrollado una Inteligencia Artificial completamente desarrollada.