MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El invierno astronómico de 2014-2015 comenzará el lunes 22 de diciembre a las 00.03 horas, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional.
Esta estación durará 88 días y 23 horas, y terminará el 20 de marzo de 2015 con el comienzo de la primavera. El día 20 de marzo habrá un eclipse total de Sol que será visible como parcial desde España.
Durante el invierno de 2014-2015, los planetas Venus y Marte serán fácilmente visibles mirando hacia el oeste tras la puesta de Sol, y Saturno se vera hacia el sur-este antes del amanecer. Júpiter se verá entrada la noche, y el 6 de febrero estará en oposición, momento en el que alcanzará su máximo brillo anual y saldrá por el este en el momento en que el Sol se ponga por el oeste.
El inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol. En el caso del invierno, esta posición se da en el punto de la eclíptica en el que el Sol alcanza su posición más austral. El día en que esto sucede, el Sol alcanza su máxima declinación Sur (-23º 27') y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia, y por eso, a esta circunstancia se la llama también solsticio ("Sol quieto") de invierno. En este instante en el hemisferio sur se inicia el verano.
El día del solsticio de invierno corresponde al de menor duración del año. Alrededor de esta fecha se encuentran el día en que el Sol sale más tarde y aquél en que se pone más pronto.
El inicio del invierno puede darse, a lo sumo, en cuatro fechas distintas del calendario (del 20 al 23 de diciembre). A lo largo del siglo XXI el invierno se iniciará en los días 20 a 22 de diciembre (fecha oficial española), siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003. Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol (duración conocida como año trópico).
Si se entiende por duración del día al tiempo que transcurre entre la salida y la puesta del Sol en un lugar dado, el próximo día 22 de diciembre va a ser el día de menor duración. Como ejemplo, en Madrid esta duración será de 9 horas y 17 minutos, a comparar con las 15 horas y 3 minutos que duró el día más largo (que el año 2014 fue el 21 de junio).
Se podría pensar que el día más corto del año será también el día en que el Sol salga más tarde y se ponga más pronto; pero no es así: esto es debido a que la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica y a que el eje de la Tierra está inclinado en una dirección que nada tiene que ver con el eje de dicha elipse. Ello también hace que un reloj solar y nuestros relojes, basados en un Sol ficticio, estén desajustados. El día en que el Sol se pone más pronto es el 8 de diciembre, mientras que el día en que el Sol saldrá más tarde será el 4 de enero de 2015.
Por estas fechas se da también el máximo acercamiento anual (perihelio) entre la Tierra y el Sol. En esta ocasión, el máximo acercamiento se dará el próximo día 4 de enero de 2015, siendo la distancia de algo más de 147 millones de kilómetros, unos 5 millones de kilómetros menos que en el momento de afelio o de mayor distancia (6 de julio de 2015).
En cuanto a la actividad solar, el ciclo solar número 24 comenzó en diciembre de 2008 y llegó a su máximo en abril de 2014. Según las estimaciones realizadas por NOAA y Space Weather Prediction Center, durante este invierno el número de manchas solares alcanzará valores entre 58 y 83.
El día 20 de marzo habrá un eclipse total de Sol que será visible en el norte del Océano Atlántico y en las Islas Svalbard. El eclipse será visible como parcial en Islandia, Europa, norte de África y norte de Asia.
En España será visible como parcial, comenzando a verse desde las Islas Canarias para posteriormente atravesar la península e Islas Baleares de suroeste a noreste. En Santa Cruz de Tenerife el eclipse tendrá una magnitud de 0.559, el inicio del eclipse se producirá a las 7h 45m, el máximo a las 8h 39m y el final a las 9h 38m (horas oficiales en canarias). En Madrid el eclipse tendrá una magnitud de 0.726, comenzará a las 9h 5m, el máximo se verá a las 10h 9m y el final del eclipse se producirá a las 11h 18m (horas oficiales).
En cuanto a las observaciones del cielo, suele ser preferible realizar las observaciones en fechas cercanas a la luna nueva (22 de diciembre, 20 de enero , 18 de febrero, y 20 de marzo), salvo cuando se pretende observar la propia Luna. La primera luna llena del invierno se dará el 5 de enero, dándose las siguientes 29 o 30 días después. En este invierno se darán otras dos lunas llenas: 3 de febrero y 5 de marzo de 2014.
Venus y Marte serán los luceros vespertinos y Saturno el matutino, mientras que Júpiter (muy brillante) pasará de verse al amanecer, a ser visible toda la noche durante el mas de febrero y terminará el invierno siendo visible al amanecer. Si no se dispone de ningún telescopio, se pueden observar las lluvias de meteoros que se producen ocasionalmente. La primera lluvia de meteoros importante del invierno es la de las Cuadrántidas, cuyo máximo se da hacia el 3 de enero.
En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas conocidas como constelaciones, alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche Casiopea, la Osa Menor y Cefeo. Las constelaciones zodiacales (eclípticas) visibles en este periodo van de Acuario a Sagitario. Por encima de la eclíptica destacarán Pegaso y la Osa Mayor; por debajo, Orión. A lo largo de las noches de invierno se pueden ver las doce estrellas más brillantes del cielo que son visibles desde nuestra latitud: Sirio, Arturo, Vega, Capela, Rígel, Proción, Betelgeuse, Altair, Aldebarán, Antares, Espiga y Pólux.
Con grandes prismáticos o un pequeño telescopio, dotados de un filtro lunar adecuado, se puede observar el relieve de la Luna. Para tener una buena visión de él conviene ir observándolo noche tras noche mientras va creciendo la iluminación de la Luna, pues así se ven aparecer nuevos accidentes orográficos.
Finalmente, cuando la noche es más oscura por haber luna nueva, se puede intentar ver nebulosas de emisión como el complejo de nebulosas de Orión (Messier 42 y 43), el grupo de las estrellas Pléyades y el resto de supernova conocido como la nebulosa del Cangrejo (Messier 1). Con prismáticos también se pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter y se puede hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
@CIENCIAPLUS