MADRID, 29 Feb. (EUROPA PRESS) -
Tras su lanzamiento de 2008, el Explorador del Límite Interestelar de la NASA (IBEX), detectó una remota concentración de partículas fluyendo a través de una larga hilera en una zona del espacio.
El origen de la llamada cinta IBEX era desconocido - pero su propia existencia abrió las puertas a la observación de lo que está fuera de nuestro sistema solar, la forma en que las gotas de lluvia en una ventana nos acercan del clima exterior.
Ahora, un nuevo estudio utiliza los datos y simulaciones del satélite IBEX de la frontera interestelar, que se encuentra en el mismo borde de la burbuja magnética gigante que rodea nuestro sistema solar --la llamada heliosfera--, para describir mejor el espacio en nuestro vecindario galáctico.
El estudio, publicado el 8 de febrero, 2016, en la revista Astrophysical Journal Letters, determina con precisión la fuerza y la dirección del campo magnético fuera de la heliosfera. Dicha información nos da una ojeada en las fuerzas magnéticas que dominan más allá en la galaxia y nos enseña más acerca de nuestro hogar en el espacio.
El nuevo estudio se basa en una teoría particular sobre el origen de la cinta IBEX, en el que las partículas que fluyen desde la cinta son en realidad material solar reflejado de vuelta a nosotros después de un largo viaje a los bordes de los límites magnéticos del sol. Una burbuja gigante, conocida como heliosfera, existe alrededor del Sol y está llena de lo que se llama viento solar, un constante flujo de salida de gas ionizado desde el sol, conocido como plasma. Cuando estas partículas alcanzan los bordes de la heliosfera, su movimiento se vuelve más complicado.
"La teoría dice que algunos protones del viento solar se envían de vuelta hacia el sol como átomos neutros después de una compleja serie de transferencias de cargas, creando la cinta IBEX," dijo Eric Zirnstein, un científico espacial en el Instituto de Investigación del Suroeste en San Antonio, Texas, y autor principal del estudio. "Las simulaciones y observaciones de IBEX apuntan a este proceso --que puede tomar entre tres y seis años de media-- como el origen más probable de la cinta IBEX."
Fuera de la heliosfera se encuentra el medio interestelar, con plasma que tiene diferente velocidad, densidad y temperatura del plasma del viento solar, así como gases neutros. Estos materiales interactúan en el borde de la heliosfera para crear una región conocida como la heliopausa interior, delimitado en el interior de la zona terminal - que está más de dos veces tan lejos de nosotros como la órbita de Plutón - y en el exterior por la heliopausa, el límite entre el viento solar y el medio interestelar relativamente denso, informa la NASA.
Algunos protones del viento solar que fluyen desde el Sol a esta región límite van a ganar un electrón, haciéndolos neutros y permitiendo el cruce de la heliopausa. Una vez en el medio interestelar, pueden perder electrones que de nuevo, haciendo que giren alrededor del campo magnético interestelar. Si esas partículas recogen otro electrón en el lugar y momento adecuado, pueden ser despedidas de nuevo hacia la heliosfera, viajan todo el camino de vuelta hacia la Tierra, y chocan con detector de IBEX. Las partículas contienen información acerca de la interacción con el campo magnético interestelar, y al chocar con el detector nos pueden dar una visión sin precedentes de las características de esa región del espacio.
"Sólo Voyager 1 ha hecho observaciones directas del campo magnético interestelar, y están cerca de la heliopausa, donde se distorsiona," dijo Zirnstein. "Sin embargo, este nuevo análisis proporciona una ajustada determinación de su fuerza y dirección más lejana".
Las direcciones de las diferentes partículas de la cienta que salen hacia la Tierra están determinadas por las características del campo magnético interestelar. Por ejemplo, las simulaciones muestran que las partículas más energéticas provienen de una región diferente del espacio que las partículas menos energéticas, lo que da pistas sobre cómo el campo magnético interestelar interactúa con la heliosfera.
Para el estudio reciente, tales observaciones se utilizaron para realizar simulaciones del origen de la cinta. No sólo estas simulaciones predicen correctamente la ubicación de las partículas neutras de la cinta a diferentes energías, sino que el campo magnético interestelar deducido está de acuerdo con las mediciones de la Voyager 1, la deflexión de gases neutros interestelares, y las observaciones de la luz estelar distante polarizada.
"Los nuevos resultados se pueden utilizar para comprender mejor cómo nuestro entorno espacial interactúa con el medio interestelar más allá de la heliopausa," dijo Eric Christian, científico del programa IBEX en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, que no participó en este estudio. "A su vez, la comprensión de que la interacción podría ayudar a explicar el misterio de qué produce la cinta IBEX de una vez por todas."