MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de astrónomos ha encontrado un enorme agujero negro que capaz de alimentar el objeto más brillante en el universo temprano, como se explica en un artículo que se publica en la revista 'Nature'.
La masa del agujero negro es de 12.000 millones de veces la del Sol y vive en el centro de un quásar que bombea un millón de millones de veces la energía del Sol.
El miembro del equipo Fuyan Bian, de la Escuela de Investigación de Astronomía y Astrofísica de la Universidad Nacional de Australia (ANU), explica que el descubrimiento desafía las teorías de cómo los agujeros negro se forman y crecen en el universo temprano. "La formación de un gran agujero negro tan rápidamente es difícil de interpretar con las teorías actuales", afirma.
Un quasar es una nube muy brillante de material en proceso de ser succionada por un agujero negro. Cuando el material se acelera hacia el agujero negro, se calienta, emitiendo una extraordinaria cantidad de luz que realmente expulsa material que cae tras él. Se cree que este proceso, conocido como presión de radiación, limita la tasa de crecimiento de los agujeros negros, según Bian.
"Sin embargo, este agujero negro en el centro del quásar obtuvo una enorme masa en un corto periodo de tiempo", apunta el doctor Bian. El equipo, dirigido por Xue-Bing Wu en la Universidad de Pekín, China, seleccionó el quásar del proyecto Exploración Digital del Espacio Sloan de entre más de 500 millones de objetos en los cielos del norte, debido a su color rojo característico. A continuación, lo suguieron con tres telescopios para estudiarlo en detalle.
El doctor Bian espera que se descubran objetos más sorprendentes durante la investigación Skymapper de los cielos del sur, actualmente a cargo de la ANU. "Skymapper encontrará más de estos interesantes objetos. Como son tan luminosos, podemos ver más atrás en el tiempo y utilizarlos para explorar el universo temprano", subraya este experto.
El quasar fue encontrado en un corrimiento al rojo de z = 6.30. Se trata de una medida de cuánta la longitud de onda de la luz emitida por él que nos llega a la Tierra se alarga por la expansión del universo. Como tal, se puede utilizar para calcular la edad y la distancia al quásar desde nuestro planeta, por lo que un corrimiento al rojo más alto significa mayor distancia y, por lo tanto, más atrás en el tiempo.
Este quásar se formó unos 900 millones de años después del Big Bang. Bautizado como SDSS J0100 + 2802, el estudio de este cuásar ayudará a los científicos a comprender cómo los quásares se desarrollaron en los primeros días del universo. Hay sólo 40 quásares conocidos tienen un corrimiento al rojo mayor que 6, un punto que marca el comienzo del universo temprano.
"Este quásar es muy singular. Como el faro más brillante en el universo distante, su resplandeciente luz nos ayudará a investigar más sobre el universo temprano", afirma Xue-Bing Wu. Con una luminosidad de 420 billones la de nuestro Sol, es siete veces más brillante que el quásar más distante conocido (que está a 13.000 millones de años de distancia).
"Este quásar es un laboratorio único para estudiar la forma en que el agujero negro de un quásar y la galaxia anfitriona coevolucionan", resalta Yuri Beletsky, del Instituto Carnegie, en Washington, Estados Unidos. "Nuestros resultados indican que, en los inicios del universo, los agujeros negros de los quásar probablemente crecieron más rápido que sus galaxias anfitrionas, aunque se necesita más investigación para confirmar esta idea", concluye.