MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de astrónomos franceses, dirigido por el Observatorio de París, ha logrado determinar posibles posiciones de un noveno planeta en el sistema solar, utilizando observaciones de la nave Cassini.
Los objetos en el Cinturón de Kuiper, pequeños cuerpos similares a Plutón más allá de Neptuno, tienen una distribución particular que es difícil de explicar por casualidad.
Esto es lo que llevó Konstantin Batygin y Mike Brown, del Caltech (Estados Unidos) a proponer en un artículo publicado en enero en The Astronomical Journal, la existencia de un noveno planeta de 10 veces la masa de la Tierra, cuyos trastornos en los objetos del cinturón de Kuiper podrían haber determinado su distribución actual.
Por simulaciones numéricas, determinaron una posible órbita de este planeta. Para ser capaz de reproducir la distribución observada de los objetos de Kuiper, esta órbita, con un eje semi-mayor de 700 unidades astronómicas, debe ser muy excéntrica e inclinada, pero Batygin y Brown no llegaron a delimitar la posición actual del supuesto planeta nueve del sistema solar.
Esto no facilita la tarea de los observadores que efectúen un examen de todas las direcciones posibles en 360 grados para tratar de verlo.
Desde 2003, Jacques Laskar y su equipo desarrolla en el Observatorio de Paris una base de efemérides planetarias, que calcula el movimiento de los planetas en el sistema solar con la máxima precisión.
En particular, a partir de datos de la nave espacial Cassini, la distancia entre la Tierra y Saturno se conoce con una incertidumbre de sólo unos 100 metros. Luego, los investigadores tuvieron la idea de utilizar los datos para probar la posibilidad de añadir un noveno planeta al sistema solar, como fue propuesto por Batygin y Brown.
INDUCE ALTERACIONES EN LA ÓRBITA DE SATURNO
En el estudio publicado el 22 de febrero en Astronomy & Astrophysics Letters, el equipo francés muestra que, dependiendo de la posición del planeta desde su perihelio, este planeta induce alteraciones en el órbita de Saturno que se pueden detectar mediante el análisis de datos de la nave espacial Cassini, en órbita alrededor de Saturno desde 2004.
Los investigadores fueron capaces de calcular este efecto inducido por el noveno planeta y la órbita perturbada para comparar los datos de Cassini. Para las direcciones relativas al perihelio menores a 85 grados o por encima de -65 grados, las perturbaciones inducidas por el noveno planeta son incompatibles con las distancias observadas por la nave espacial Cassini, así como para las direcciones entre -130 y -100 grados.
Este resultado permite excluir una media de las direcciones en longitud en las que el planeta no se puede encontrar.
Por otro lado, parece que para algunas direcciones, añadir el noveno planeta reduce las discrepancias entre el modelo calculado por astrónomos y las distancias observadas, en comparación con un modelo que no incluye el noveno planeta. Esto hace plausible, la presencia del mismo en un rango entre 108 y 129 grados con respecto al perihelio, con una probabilidad máxima para 118 grados.
La existencia de un noveno planeta sólo puede ser confirmada por la observación directa, pero restringiendo las posibles direcciones de la observación, el equipo francés hace una contribución importante en esta búsqueda, según un comunicado del CNRS francés (Centro Nacional de Investigación Científica).