La galaxia de Andrómeda, el vecino más cercano de nuestra Vía Láctea, es el objeto más distante en el cielo que puedes ver a simple vista. - WIKIMEDIA
MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -
Un análisis de la luz de 140.000 galaxias ha revelado que sus estrellas son más pesadas de lo que se había teorizado, lo que puede cambiar la comprensión de una amplia gama de fenómenos astronómicos.
Es la conclusión de un estudio publicado en The Astrophysical Journal por un equipo de investigadores del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague.
Desde 1955, se ha asumido que la composición de las estrellas en las otras galaxias del universo es similar a la de los cientos de miles de millones de estrellas dentro de la nuestra: una mezcla de estrellas masivas, de masa media y de masa baja. Pero con la ayuda de observaciones de 140.000 galaxias en todo el universo y una amplia gama de modelos avanzados, el equipo ha probado si la misma distribución de estrellas aparente en la Vía Láctea se aplica en otros lugares. La respuesta es no. Las estrellas en galaxias distantes suelen ser más masivas que las de nuestro "vecindario local". El hallazgo tiene un gran impacto en lo que creemos que sabemos sobre el universo.
Los investigadores supusieron que el tamaño y el peso de las estrellas de otras galaxias era similar al nuestro durante más de cincuenta años, por la sencilla razón de que no podían observarlas a través de un telescopio, como sí podían hacer con las estrellas de nuestra propia galaxia.
Las galaxias distantes están a miles de millones de años luz de distancia. Como resultado, solo la luz de sus estrellas más poderosas llega a la Tierra. Este ha sido un dolor de cabeza para los investigadores de todo el mundo durante años, ya que nunca pudieron aclarar con precisión cómo se distribuyeron las estrellas en otras galaxias, una incertidumbre que los obligó a creer que se distribuyeron de manera muy similar a las estrellas de nuestra Vía Láctea.
"Solo hemos podido ver la punta del iceberg y sabemos desde hace mucho tiempo que esperar que otras galaxias se parezcan a la nuestra no era una suposición particularmente buena. Sin embargo, nadie ha podido probar que otras galaxias se parezcan a la nuestra". "Las galaxias forman diferentes poblaciones de estrellas. Este estudio nos ha permitido hacer precisamente eso, lo que puede abrir la puerta a una comprensión más profunda de la formación y evolución de las galaxias", dice en un comunicado el profesor asociado Charles Steinhardt, coautor del estudio.
En el estudio, los investigadores analizaron la luz de 140.000 galaxias utilizando el catálogo COSMOS, una gran base de datos internacional de más de un millón de observaciones de luz de otras galaxias. Estas galaxias se distribuyen desde los confines más cercanos a los más lejanos del universo, desde donde la luz ha viajado doce mil millones de años antes de ser observable en la Tierra.
Según los investigadores, el nuevo descubrimiento tendrá una amplia gama de implicaciones. Por ejemplo, sigue sin resolverse por qué mueren las galaxias y dejan de formar nuevas estrellas. El nuevo resultado sugiere que esto podría explicarse por una simple tendencia.