Impresión artística de una nova ONe - NAOJ
MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
Astrónomos han propuesto una nueva teoría para explicar el origen del fósforo, uno de los elementos importantes para la vida en la Tierra: un tipo de explosión estelar que denominan nova ONe.
Después del Big Bang, casi toda la materia del Universo estaba compuesta de hidrógeno. Otros elementos se formaron más tarde, mediante reacciones nucleares dentro de las estrellas o cuando las estrellas explotaron en eventos conocidos como novas o supernovas. Pero hay una variedad de estrellas y diversas formas en que pueden explotar. Los astrónomos todavía están tratando de descubrir qué procesos fueron importantes en la creación de la abundancia de elementos que vemos en el Universo.
En este estudio, Kenji Bekki, de la Universidad de Australia Occidental, y Takuji Tsujimoto, del National Astronomical Observatory of Japan (NAOJ), propusieron un nuevo modelo basado en novas de oxígeno y neón, denominadas 'nova ONe', para explicar la abundancia de fósforo. Una nova ONe ocurre cuando la materia se acumula en la superficie de una estrella enana blanca rica en oxígeno, neón y magnesio y se calienta hasta el punto de provocar una fusión nuclear explosiva descontrolada.
El modelo predice que una nova ONe liberará una gran cantidad de fósforo y que el número de novas dependerá de la composición química, concretamente del contenido de hierro, de las estrellas. Los investigadores estiman que la tasa de novas ONe alcanzó su punto máximo hace unos 8.000 millones de años, lo que significa que el fósforo habría estado disponible cuando el Sistema Solar comenzó a formarse hace unos 4.600 millones de años, informa el NAOJ.
El modelo predice que las novas ONe producirán un aumento de cloro similar al aumento de fósforo. Todavía no hay suficientes datos de observación del cloro para confirmar esto y proporcionan una hipótesis comprobable para comprobar la validez del modelo de novas ONe. Las futuras observaciones de estrellas en la parte exterior de la Vía Láctea proporcionarán los datos necesarios para ver si la dependencia del hierro y el aumento del cloro previstos coinciden con la realidad, o si es necesario repensarlos.