MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
Durante más de 12.000 millones de años las galaxias han seguido el mismo conjunto de reglas en cuanto a su tasa de formación de estrellas, así como a su masa y composición química.
Un equipo de investigación de Dinamarca y Australia utilizó las capacidades del Telescopio Espacial James Webb para retroceder en el tiempo miles de millones de años, hasta el período poco después del Big Bang, cuando las galaxias se estaban formando por primera vez.
"Era como si las galaxias tuvieran un reglamento que seguían, pero sorprendentemente, este libro de instrucciones cósmico parece haber sufrido una reescritura dramática durante la infancia del universo", explica en un comunicado la coautora y astrofísica Claudia Lagos, del nodo del Centro Internacional de Investigación de Radioastronomía (ICRAR) de la Universidad de Australia Occidental.
"El descubrimiento más sorprendente fue que las galaxias antiguas producían muchos menos elementos pesados de los que hubiéramos predicho basándonos en lo que sabemos de las galaxias que se formaron más tarde.
"De hecho, su abundancia química fue aproximadamente cuatro veces menor de lo previsto, según la relación fundamental-metalicidad observada en galaxias posteriores", añadió.
Lagos dijo que los hallazgos desafiaron las ideas previas sobre cómo evolucionaron las galaxias en el universo primitivo, sugiriendo que en las primeras etapas las galaxias estaban estrechamente conectadas con el espacio que las rodeaba y estaban influenciadas por su vecindad cósmica.
"Lo más sorprendente es que las galaxias primitivas recibían continuamente gas nuevo y prístino de su entorno, y el influjo de gas diluía los elementos pesados dentro de las galaxias, haciéndolos menos concentrados", dijo.
El descubrimiento desafía las teorías existentes sobre la evolución de las galaxias y plantea preguntas sobre los mecanismos en juego durante los años de formación del universo, abriendo la puerta a una mayor exploración sobre los procesos cósmicos que influyeron en el desarrollo de las primeras galaxias.
Los hallazgos fueron publicados en Nature Astronomy.