MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Astrónomos han combinado un radiotelescopio en órbita junto con otrso cuatro basados en tierra para alcanzar la más alta resolución de cualquier observación astronómica jamás conseguida.
Su logro produjo un par de sorpresas científicas que prometen avanzar en la comprensión de los quásares, agujeros negros supermasivos en los núcleos de las galaxias.
Los científicos combinaron el satélite ruso RadioAstron con los telescopios terrestres para producir un radiotelescopio virtual de más de 165.000 kilómetros de ancho. Apuntaron este sistema hacia un quasar llamado 3C 273, a más de 2.000 millones de años luz de la Tierra. Los quásares como 3C 273 propulsan enormes chorros de material hacia el exterior a velocidades casi la de la luz. Estos potentes chorros emiten ondas de radio.
Los científicos pensaron que la temperatura de la emisión podría estar limitada por procesos físicos a unos 100.000 millones de grados. Los investigadores se sorprendieron cuando su sistema Tierra-espacio reveló una temperatura más caliente de 10 billones de grados.
"Sólo este sistema espacio-Tierra podría revelar esta temperatura, y ahora tenemos que encontrar la manera de explicar como el medio ambiente puede llegar a tales temperaturas", dijo Yuri Kovalev, científico del proyecto RadioAstron. "Este resultado es un reto importante para nuestra comprensión actual de chorros de cuásares", agregó.
Las observaciones también mostraron, por primera vez, una subestructura causada por la dispersión de las ondas de radio por el material interestelar tenue en nuestra propia Vía Láctea, informa el NRAO (National Radio Astronomy Observatory).
"Esto es como mirar a través del aire caliente y turbulento por encima de la llama de una vela," dijo Michael Johnson, del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica. "Nunca habíamos podido ver la distorsión de un objeto extragaláctico antes", añadió.
"La resolución increíble que obtenemos de RadioAstron trabajando con los telescopios basados en tierra nos da una nueva y poderosa herramienta para explorar no sólo la física extrema cerca de los agujeros negros distantes, sino también el material difuso en nuestra galaxia", dijo Johnson.
El satélite RadioAstron se combinó con el Telescopio Green Bank, en Virginia Occidental, el Very Large Array en Nuevo México, el telescopio Effelsberg en Alemania, y el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico. Las señales recibidas por el radiotelescopio en órbita se transmitieron a una antena en Green Bank en la que se registraron y luego se envíaron a través de Internet a Rusia, donde se combinaron con los datos recibidos por los radiotelescopios terrestres para formar la imagen de alta resolución de 3C 273.
Los astrónomos publicaron sus resultados en la revista Astrophysical Journal Letters.