Una fotografía de la Pequeña Nube de Magallanes, una galaxia enana cercana que se está fusionando con la Vía Láctea. - JOSE MTANOUS
MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Aproximadamente el 50% del halo estelar actual de la Vía Láctea y en torno al 20% de su halo de materia oscura descienden de otra galaxia con la que colisionó hace 8.000-10.000 millones de años.
Astrónomos del Harvard Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) combinaron los resultados de la misión Gaia de la ESA con un nuevo estudio de los confines de nuestra galaxia con el telescopio MMT (Multiple Mirror Telescope) para reconstruir la historia de las estrellas de la Vía Láctea con un detalle sin precedentes a fin de determinar la naturaleza de la considerada última fusión importante con nuestra galaxia.
La evidencia ya era convincente de que una sola galaxia enana se fusionó con la Vía Láctea hace 8.000-10.000 millones de años. Conocida como Gaia-Sausage-Enceladus (GSE), lo que queda del objeto hoy se infiere de las estrellas en el halo interior por sus movimientos y composiciones estelares.
Sin embargo, aún no estaba claro si GSE colisionó con nuestra galaxia de frente o si, en cambio, orbitó la galaxia antes de fusionarse gradualmente y, de ser así, qué aspecto tenía esa órbita.
Los astrónomos abordaron estas preguntas modelando las estrellas de halo medidas de Gaia con un conjunto de simulaciones numéricas junto con una comparación con las edades y composiciones estelares. Muestran que GSE contenía alrededor de 500 millones de estrellas y no orbitó la Vía Láctea, sino que se acercó a ella moviéndose en una dirección retrógrada (es decir, opuesta al movimiento de rotación de la Galaxia).
También concluyen que aproximadamente el 50% del halo estelar actual de la Vía Láctea y aproximadamente el 20% de su halo de materia oscura descienden de GSE.
La Vía Láctea contiene estrellas que tienen alrededor de 13.000 millones de años, aunque es posible que hayan sido capturadas por la Galaxia después de su formación. Sin embargo, con la finalización de este estudio, se puede explicar casi todo el crecimiento de la Vía Láctea durante los últimos diez mil millones de años, según un comunicado del CfA.