MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Astrónomos han conseguido medir la masa de un planeta extrasolar como Marte, que tiene aproximadamente una décima parte de la masa de la Tierra, gracias a los datos de la misión Kepler de la NASA.
Llamado Kepler-138b, es el primer exoplaneta más pequeño que la Tierra del que se ha medido tanto su masa como tamaño. Esto amplía significativamente el rango de planetas con densidades medidas.
Para determinar la masa de un planeta, los astrónomos suelen medir el movimiento minúsculo de la estrella causado por el tirón gravitacional de un planeta en órbita. Para los planetas de la masa de la Tierra detectar un pequeño tirón tal es extraordinariamente difícil con la tecnología actual. Afortunadamente, cuando una estrella alberga varios planetas que orbitan muy cerca, los científicos han desarrollado otra forma de llegar a las masas de los planetas.
Daniel Jontof-Hutter, investigador asociado en el Centro de la Universidad Estatal de Pensilvania para Exoplanetas y Mundos Habitables, dirigió un equipo de astrónomos en un estudio para medir la masa de los tres planetas al observar con precisión los tiempos de cada planeta pasando frente a la estrella Kepler-138.
"Cada planeta frena y acelera ligeramente por la gravedad de sus planetas vecinos. El ligero cambio en el tiempo entre los tránsitos nos permite medir las masas de los planetas", dijo Jontof-Hutter.
Cada vez que un planeta transita una estrella, bloquea una pequeña fracción de la luz de la estrella, permitiendo a los astrónomos medir el tamaño del planeta. Así es como la nave espacial Kepler ha detectado miles de planetas alrededor de otras estrellas, informa la NASA.
Mediante la medición tanto de la masa y el tamaño de un exoplaneta, los científicos pueden calcular la densidad e inferir la composición para determinar si un planeta está hecho fundamentalmente de roca, agua o gas. La densidad del pequeño Kepler-138b es consistente con una composición rocosa como la de la Tierra o Marte, pero se necesitan más observaciones para poder decir que se trata de un mundo rocoso.
Kepler-138b es el más interno de tres planetas que orbitan Kepler-138, una estrella de menos de la mitad del tamaño de nuestro sol y más o menos el 30 por ciento más fría. El sistema Kepler-138 se encuentra a unos 200 años luz de la Tierra en la dirección de la constelación de Lyra.
Los dos planetas exteriores, Kepler-138C y Kepler-138 D, son aproximadamente del tamaño de la Tierra. Kepler-138 C es probable que sea rocoso, mientras que Kepler-138d es menos denso y no puede tener la misma mezcla de materiales que la Tierra. Los tres planetas orbitan demasiado cerca de su estrella para que exista agua líquida en la superficie y sustente la vida tal como la conocemos.
Los resultados de la investigación aparecen en la edición de este jueves de la revista Nature.