MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) - Investigadores están estudiando un tipo de explosión en el sol llamado 'nanollamaradas.' Mil millones de veces menos energéticas que las llamaradas ordinarias, tienen un poder que oculta su nombre. "Una nanollamarada típica tiene la misma energía que 240 megatones de TNT", dice el físico David Smith, de la Universidad de California en Santa Cruz. "Eso sería algo así como 10.000 bombas atómicas." El sol puede estar días, semanas o incluso meses sin producir una llamarada solar ordinaria. Sin embargo, las nanollamaradas se producen en nuestra estrella de forma ininterrumpida. "Aparecen como pequeños brillos de la superficie solar en longitudes de onda de rayos X y ultravioleta extrema", continúa Smith. "Los primeros avistamientos se remontan al Skylab en la década de 1970". El crepitar incesante de las nanollamaradas podría resolver un misterio de larga data en la física solar: ¿Qué hace que la corona solar sea tan caliente? La superficie visible del sol tiene una temperatura de 5.500 grados Celsius. Pero la atmósfera superior, la corona, arde a un millón de grados, una temperatura de casi 200 veces mayor que la del horno que tiene debajo, informa la NASA. Durante más de medio siglo, los astrónomos han tratado de averiguar lo que hace que la corona sea tan caliente. Es uno de los problemas más acuciantes de la astrofísica. Smith piensa que las nanollamaradas podrían estar involucradas. Por un lado, parecen ser activas durante todo el ciclo solar, lo que explicaría por qué la corona permanece caliente durante el Mínimo Solar. Y aunque por separado no tienen la energía necesaria para calentar la atmósfera del Sol, de manera colectiva podrían lograrlo Para investigar esta posibilidad, Smith recurrió a un telescopio para estudiar algo completamente diferente. TELESCOPIO NuSTAR Lanzado en 2012, el telescopio de rayos X NuSTAR de la NASA estudia los agujeros negros y otros objetos extremos en el cosmo distante. NuSTAR tiene la combinación justa de sensibilidad y resolución para estudiar los destellos de rayos X reveladores de las nanollamaradas. Una imagen de las pruebas que tomaron a finales de 2014 eliminó cualquier duda. NuSTAR se volvió hacia el sol y, en colaboración con el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA, capturó una de las imágenes más hermosas de la historia de la astronomía solar. El siguiente paso, dice Smith, es esperar al mínimo solar. El ciclo solar actual se irá reduciendo en los próximos años, dejando el sol sobre todo libre de las manchas solares que pueden oscurecer las nanollamaradas. NuSTAR será capaz de inspeccionar la superficie estelar y recopilar datos sobre estas explosiones como ningún telescopio ha hecho antes.