MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El jefe de Operaciones del Telescopio de Treinta Metros (TMT, por sus siglas en inglés), Christophe Dumas, afirma que "La Palma sigue siendo una opción real" para albergar el proyecto científico.
"Seguimos trabajando intensamente para obtener un permiso de construcción en la isla", asegura en una entrevista con Europa Press.
De este modo, el Observatorio del Roque de los Muchachos vuelve a suponer una opción firme para acoger el gran telescopio, después de que a finales de septiembre, la Junta de Tierras y Recursos Naturales de Hawaii aprobara la solicitud para construir el TMT en la montaña de Mauna Kea.
Aunque Hawaii siempre ha sido la opción "favorita" para albergar el proyecto, existe una gran oposición a su construcción por parte de nativos hawaianos por prácticas tradicionales y culturales, a lo que se suman "cuestiones administrativas" que están complicando el proceso. El consorcio lleva luchando una década para que el TMT se establezca en Hawaii.
Según relata Dumas, el permiso de construcción en Hawaii se encuentra en proceso de apelación, pues opositores al proyecto presentaron un recurso ante el tribunal supremo de Hawaii. Además, en la actualidad se hallan a la espera de obtener la licencia del subarrendamiento por parte de la Universidad de Hawaii, institución a la que el Estado tiene cedida la explotación de Maunakea. "Obviamente, cuanto más complicado sea el avance del proceso en Hawaii, más opciones hay para España", señala Dumas.
La Junta Directiva del Observatorio Internacional del TMT decidirá en el mes de abril cuál de los dos escenarios será finalmente el elegido para construir el proyecto. Hasta esta fecha, "cualquiera de los dos emplazamientos tiene las mismas posibilidades de albergar el instrumento", insiste Dumas.
Seleccionada el 31 de octubre de 2016 por sus "asombrosas características", Dumas describe cuáles son las características que perfilan a La Palma como candidata. Por un lado, la isla "se encuentra por encima de lo que se conoce como 'mar de nubes', donde la atmósfera es más limpia y hay menores turbulencias", proporciona "características atmosféricas muy similares a las de Maunakea en longitudes de onda visible e infrarrojo" y dispone además de "plena capacidad para cumplir los objetivos científicos del TMT".
Además, Dumas recuerda que desde 1988 La Palma dispone de una ley para la protección de la calidad del cielo, habiendo sido declarada como la primera reserva Starlight del mundo, y destaca la "enorme" y "acogedora" bienvenida que recibió la candidatura por parte del ámbito institucional, el ámbito económico y la población española.
EL TELESCOPIO TERRESTRE "MÁS PODEROSO DE LA HISTORIA"
Una vez construido, el TMT pretende convertirse en el telescopio terrestre "más avanzado y poderoso de la historia", pero también en el "telescopio óptico/infrarrojo cercano más grande en el hemisferio norte", según apunta Dumas. "Estamos seguros de que este aportará luz a cuestiones científicas que hasta ahora no podían explicarse", subraya Dumas.
El TMT superará en hasta diez veces el tamaño del actual Telescopio Espacial Hubble. Como ejemplo, el espejo primario que compone el diseño de la óptica del TMT tendrá 30 metros de diámetro y estará formado por 492 segmentos hexagonales, cada uno de aproximadamente de 1,44 metros. Además, el TMT integrará las últimas innovaciones en control de precisión, diseño de espejos segmentados y óptica adaptativa (AO), con lo que podrá proporcionar imágenes doce veces más nítidas que el Hubble.
Entre sus principales objetivos se encuentran la observación del "principio de los tiempos", según comenta el jefe de Operaciones del proyecto. Asimismo, permitirá estudiar, en el universo cercano, la naturaleza de la materia oscura y el efecto de la energía oscura en la evolución del universo y su estructura; los agujeros negros supermasivos en las galaxias, su nacimiento y relación con estas; la formación de las estrellas y los planetas; las características de los exoplanetas, así como "si existe vida más allá del universo".
COLABORACIÓN ENTRE EE.UU, CANADÁ, CHINA, JAPÓN E INDIA
No obstante, lo más interesante del TMT es que es "el primer proyecto de tal envergadura que se lleva a cabo en colaboración entre diferentes países e instituciones". En él están involucrados Estados Unidos, Canadá, Japón, China e India, lo que marcará, según Dumas, un punto de inflexión en la Ciencia en un futuro próximo, pues cada país contribuye al proyecto por medio de "aportaciones en efectivo y en especie", lo cual constituye una novedad en el terreno de lo científico.
Por ejemplo, según explica el científico, Japón se encargará de la construcción de la estructura del telescopio y proporcionará todas las piezas de los segmentos del espejo; Canadá se encargará del recinto del telescopio, los sistemas de óptica adaptativa de primera luz y los sistemas láser; China proporcionará el espejo terciario y la instalación de la estrella láser guía; e India desarrollará los sistemas de control y observación. Casi todos los socios contribuirán al pulido de los segmentos espejo y todos los socios están involucrados en el desarrollo de los instrumentos científicos. "Esto, sólo por citar algunos ejemplos de esta amplia colaboración internacional", destaca Dumas.
De este modo, una vez completada la construcción del TMT, todos los socios obtendrán una parte del tiempo del telescopio proporcional a su contribución financiera al proyecto.