MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
Astrofísicos de la Universidad de Toronto sugieren tras un estudio que los exoplanetas son más propensos a tener agua líquida y ser habitables de lo que pensábamos.
"Los planetas con potenciales océanos podrían tener un clima que mucho más similar a la Tierra de lo que se esperaba", dijo Jeremy Leconte, un becario postdoctoral en el Instituto Canadiense de Astrofísica Teórica (CITA) de la Universidad de Toronto, y autor principal de un estudio publicado en Science Express.
Los científicos han pensado que los exoplanetas se comportan de una manera contraria a la de la Tierra, es decir, que siempre muestran un mismo lado a su estrella. Si es así, los exoplanetas giran en sincronía con su estrella de modo que siempre hay un hemisferio frente a ella, mientras que el otro hemisferio se encuentra en perpetua oscuridad fría.
El estudio de Leconte sugiere, sin embargo, que a medida que los exoplanetas giran alrededor de sus estrellas, lo hacen a una velocidad tal que presentará un ciclo día-noche similar a la Tierra.
"Si estamos en lo correcto, no hay un lado frío de noche permanente en los exoplanetas que causa que el agua permanezca atrapada por una capa de hielo gigantesca. Si esta nueva comprensión del clima de los exoplanetas aumenta la capacidad de estos planetas para desarrollar vida sigue siendo una cuestión abierta."
Leconte y su equipo llegaron a estas conclusiones a través de un modelo climático tridimensional que desarrollaron para predecir el efecto de la atmósfera de un planeta determinado en la velocidad de su rotación, lo que da lugar a cambios en el clima. "El ambiente es un factor clave que afecta a la rotación de un planeta, cuyo impacto puede ser de suficiente importancia como para superar la rotación sincrónica y poner al planeta en un ciclo día-noche ".
Aunque los astrónomos siguen en espera de pruebas directas, los argumentos teóricos sugieren que muchos exoplanetas deben ser capaces de mantener una atmósfera más masiva que la Tierra. En el caso de la Tierra - con su relativamente delgada atmósfera - la mayor parte de la luz del Sol llega a la superficie del planeta, lo que maximiza el efecto del calor en toda la atmósfera y produce un clima más moderado en todo el planeta. Mediante la creación de diferencias de temperatura en la superficie, entre el día y la noche y entre el ecuador y los polos, el calentamiento solar impulsa vientos que redistribuyen la masa de la atmósfera.
El impacto es tan significativo que supera el efecto de fricción de marea ejercido por una estrella en cualquier satélite que esté en órbita alrededor de ella, al igual que la Tierra lo hace en la Luna.
"La Luna siempre nos muestra el mismo lado, porque las mareas producidas por la Tierra crean una fricción que altera su giro", dijo Leconte. "La Luna está en rotación síncrona con la Tierra debido a que el tiempo que tarda en girar una vez sobre su eje es igual al tiempo que le toma orbitar alrededor de la Tierra. Es por eso que hay un lado oscuro de la luna. La teoría de las mareas, sin embargo, descuida los efectos de una atmósfera".
Estos investigadores dicen que un gran número de exoplanetas terrestres conocidos no deben estar en un estado de rotación síncrona, como se creía inicialmente. Mientras que sus modelos muestran que tendrían un ciclo día-noche haciéndolos mucho más similares a la Tierra, la duración de sus días podría durar entre unas semanas y unos meses.
@CIENCIAPLUS