MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
Científicos han identificado por primera vez la localización de una ráfaga de radio rápida, permitiéndoles confirmar el modelo cosmológico vigente de distribución de materia en el Universo.
El 18 de abril de 2015, la explosión de radio rápida (FRB-Fast Radio Burst) fue detectada por el radiotelescopio Parkes de 64 metros en Australia. Una alerta internacional permitió que otros telescopios enfocaran al punto de origen en cuestión de horas para recibir la señal, entre ellos el telescopio australiano ATCA (Australian Telescope Compact Array).
Los FRB son misteriosos destellos brillantes de radio que duran generalmente sólo unos pocos milisegundos. Su origen es aún desconocido, con una larga lista de fenómenos potencialmente asociados con ellos. Son muy difíciles de detectar. Antes de este descubrimiento, solamente 16 habían sido detectados.
"En el pasado, habían sido localizados tamizados en análisis de datos recogidos meses o años más tarde. Para entonces, ya era demasiado tarde para hacer un seguimiento de las observaciones" dice Evan Keane, científico del proyecto Square Kilometre Array (SKA) y científico de la Universidad de Manchester.
y autor principal del estudio. Para remediar esto, el equipo desarrollado su propio sistema de observación para detectar FRB en cuestión de segundos, para alertar a los demás telescopios cuando todavía hay tiempo para buscar más pruebas en las secuelas del destello inicial.
Gracias a los seis platos de 22 metros del telescopio ATCA y su solución combinada, el equipo fue capaz de localizar la señal con una precisión mucho mayor de lo que había sido posible en el pasado y se detectó una radio resplandor que duró alrededor de 6 días antes de desvanecerse.
A continuación, el equipo utilizó el telescopio óptico Subaru de 8,2 metros del Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ)de en Hawai para mirar el origen de la señal, y la identificó en una galaxia elíptica a unos 6.000 millones de años luz de distancia. "Es la primera vez que hemos sido capaces de identificar la galaxia huésped de un FRB", agregó Keane.
Los FRB muestran una dispersión dependiente de la frecuencia, un retraso en la señal de radio causada por la cantidad de material que ha pasado. "Hasta ahora, la medida de dispersión era todo lo que teníamos. Al contar ahora con una distancia, podemos medir la densidad del material entre el punto de origen y la Tierra, y compararlo con el modelo actual de distribución de materia en el universo" explica Simon Johnston, co-autor del estudio. "Esencialmente, esto nos permite sopesar el universo, o al menos la materia normal que contiene."
En el modelo actual, se cree que el universo está hecho al 70% de energía oscura, 25% de materia oscura y un 5% de materia "normal", la materia que vemos. Sin embargo, mediante observaciones de estrellas, galaxias y el hidrógeno, los astrónomos sólo han conseguido dar cuenta de aproximadamente la mitad de la materia ordinaria, y el resto podría no ser visible directamente, y se la considera perdida.
"La buena noticia es que con nuestras observaciones y el contraste de modelos, hemos encontrado la materia perdida", explicó Keane. "Es la primera vez que una ráfaga de radio rápida ha sido utilizada para efectuar una medición cosmológica."