TRAPPIST-1 es, a la vez, una "analogía" y una "antítesis" del sistema solar

Recreación artística de la superficie de uno de los nuevos mundos descubiertos
ESO/M. KORNMESSER
Actualizado: jueves, 23 febrero 2017 13:36

MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

El astrofísico del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) David Barrado ha afirmado que el hallazgo de siete pequeños planetas que orbitan la estrella enana roja fría TRAPPIST-1, revela que "las estrellas muy frías pueden, no solo tener planetas, sino que además pueden tener sistemas planetarios muy complejos".

Entre otros aspectos importantes, ha indicado que estos planetas "están moderadamente cerca, por lo que pasarán a convertirse en un punto de seguimiento detallado". Además, ha añadido que "debido a su complejidad y su exotismo, permitirá a los astrónomos tener una visión que, en cierta forma, es una analogía al sistema solar y, a la vez, una antítesis".

En este sentido, el científico enfatiza, en declaraciones a Europa Press, que el hallazgo muestra la complejidad de la arquitectura del universo". "La naturaleza nos sigue sorprendiendo una y otra vez", ha resaltado.

Igualmente, el exdirector del Centro Astronómico Hispano-Alemán ha señalado que uno de los aspectos más interesantes de este descubrimiento "es la complejidad del propio sistema planetario, ya que son planetas de tipo rocoso, y que tres de ellos estarían en la zona de posible habitabilidad".

No obstante, ha matizado que, "aunque existe la posibilidad que debido a la cantidad de energía que proviene de la estrella central, estar en la zona de habitabilidad no implica tener agua".

"Son estrellas muy activas que presentan llamaradas con mucha frecuencia y tienen la climatología y tiempo espacial, así que, de existir atmósfera, habría una interacción muy fuerte entre la estrella y cada uno de los planetas, con lo cual, toda la dinámica atmosférica y la posibilidad de actividad biológica estaría muy afectada --ha explicado Barrado--. No lo veo un mundo ideal o unas vacaciones en el Caribe", ha bromeado el científico.

ENVIAR UNA NAVE EN UNAS DÉCADAS

"Con la actual tecnología no es posible mandar una nave a este sistema, pero hay nuevas iniciativas con las que de cara a un futuro no demasiado lejano, unas décadas, se podría alcanzar", ha explicado el astrofísico.

Así, ha asegurado que ya existen proyectos de este grosor para intentar llegar a Próxima Centaury, que, "aunque está diez veces más cerca, de ella se sabe que tiene un solo planeta y esta tiene siete".

"Por sus condiciones y arquitectura planetaria es posible que exista posibilidad de albergar agua en tres de los siete descubiertos, pero se necesita un análisis más detallado para verificar que hay atmósfera y que es habitable", ha remarcado. De esta forma, Barrado defiende que "hace falta realizar un estudio detallado con velocidad radial y espectógrafos que ya hay en tierra, y que permita obtener información complementaria".

En este punto, el investigador del Departamento de Astrofísica del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) ha indicado que "el siguiente paso es analizar con telescopios de mayor tamaño que aun están en construcción para verificar si se detecta la atmósfera de estos planetas, así como continuar las investigaciones con telescopios espaciales que se van a lanzar, especialmente el James Webb".