Sorpresa en la 'autopsia' de un planeta tragado por su estrella

Webb reveló que la estrella estudiada no se hinchó hasta tragarse el planeta, sino que la órbita del planeta en realidad se depreció lentamente con el tiempo, como se ve en este concepto artístico.
Webb reveló que la estrella estudiada no se hinchó hasta tragarse el planeta, sino que la órbita del planeta en realidad se depreció lentamente con el tiempo, como se ve en este concepto artístico. - NASA, ESA, CSA, R. CRAWFORD (STSCI)
Publicado: jueves, 10 abril 2025 17:51

   MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Observaciones del Telescopio Espacial James Webb han dado un giro sorprendente a la narrativa que rodea a lo que se cree que es la primera estrella observada en el acto de engullir un planeta.

   Los nuevos hallazgos, publicados en The Astrophysical Journal, sugieren que la estrella en realidad no se hinchó para envolver un planeta, como se había hipotetizado previamente. En cambio, las observaciones del Webb muestran que la órbita del planeta se redujo con el tiempo, acercándolo lentamente a su desaparición hasta que fue engullido por completo.

   "Debido a que se trata de un evento tan novedoso, no sabíamos muy bien qué esperar cuando decidimos apuntar este telescopio en su dirección", declaró Ryan Lau, autor principal del nuevo artículo y astrónomo del NOIRLab en Tucson, Arizona.

   "Con su observación de alta resolución en el infrarrojo, estamos obteniendo información valiosa sobre el destino final de los sistemas planetarios, posiblemente incluido el nuestro", añadió en un comunicado. Dos instrumentos a bordo del Webb realizaron la autopsia de la escena: el MIRI (Instrumento de Infrarrojo Medio) y el NIRSpec (Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano). Los investigadores llegaron a esta conclusión mediante un enfoque de investigación doble.

RESTRINGIENDO EL CÓMO

   La estrella en el centro de esta escena se encuentra en la Vía Láctea, a unos 12.000 años luz de la Tierra.

   El evento de brillo, formalmente llamado ZTF SLRN-2020, se detectó originalmente como un destello de luz óptica utilizando la Instalación Transitoria Zwicky en el Observatorio Palomar en San Diego, California. Los datos de la misión NEOWISE (Explorador de Sondeo Infrarrojo de Campo Amplio de Objetos Cercanos a la Tierra) de la NASA mostraron que la estrella en realidad brilló en el infrarrojo un año antes del destello de luz óptica, lo que indica la presencia de polvo.

   Esta investigación inicial de 2023 llevó a los investigadores a creer que la estrella era más parecida al Sol y que había estado en proceso de envejecimiento hasta convertirse en una gigante roja durante cientos de miles de años, expandiéndose lentamente a medida que agotaba su combustible de hidrógeno.

   Sin embargo, el MIRI del Webb reveló una historia diferente. Con una gran sensibilidad y resolución espacial, el Webb pudo medir con precisión la emisión oculta de la estrella y su entorno inmediato, que se encuentra en una región muy concurrida del espacio. Los investigadores descubrieron que la estrella no era tan brillante como debería haber sido si se hubiera convertido en una gigante roja, lo que indica que no hubo una expansión que envolviera al planeta como se creía.

RECONSTRUCCIÓN DE LA ESCENA

   Los investigadores sugieren que, en un momento dado, el planeta tenía un tamaño similar al de Júpiter, pero orbitaba bastante cerca de la estrella, incluso más cerca que la órbita de Mercurio alrededor de nuestro Sol. Durante millones de años, el planeta orbitó cada vez más cerca de la estrella, lo que provocó la catastrófica consecuencia.

   "El planeta finalmente comenzó a rozar la atmósfera de la estrella. A partir de ese momento, se produjo un proceso descontrolado de caída hacia el estrellado", explicó Morgan MacLeod, miembro del equipo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica y del Instituto Tecnológico de Massachusetts en Cambridge, Massachusetts. "El planeta, al caer, comenzó a extenderse alrededor de la estrella".

   En su descenso final, el planeta habría expulsado gas de las capas externas de la estrella. A medida que se expandía y enfriaba, los elementos pesados de este gas se condensaron en polvo frío durante el año siguiente.

INSPECCIÓN DE LOS RESTOS

   Si bien los investigadores esperaban una nube de polvo más frío en expansión alrededor de la estrella, una observación con el potente NIRSpec reveló un disco circunestelar caliente de gas molecular más cercano. Además, la alta resolución espectral del Webb permitió detectar ciertas moléculas en este disco de acreción, incluido el monóxido de carbono. "Con un telescopio tan transformador como el Webb, me resultaba difícil tener expectativas sobre lo que encontraríamos en las inmediaciones de la estrella", declaró Colette Salyk, del Vassar College en Poughkeepsie, Nueva York, investigadora de exoplanetas y coautora del nuevo artículo.

   "Diría que no podía esperar ver algo con las características de una región de formación planetaria, a pesar de que aquí no se están formando planetas, tras una inmersión".

   La capacidad de caracterizar este gas abre nuevas preguntas a los investigadores sobre qué ocurrió realmente una vez que el planeta fue completamente engullido por la estrella.

   "Este es realmente el punto de partida para estudiar estos eventos. Es el único que hemos observado en acción, y esta es la mejor detección de las consecuencias una vez que la situación se ha estabilizado", declaró Lau. "Esperamos que esto sea solo el comienzo de nuestra muestra".

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