NASA
MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 7 de octubre de 2018, un astronauta a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) tomó esta fotografía mientras orbitaba a una altitud de más de 400 kilómetros sobre Australia.
El tono naranja que envuelve a la Tierra se conoce como luminiscencia nocturna, bandas difusas de luz que se extienden de 75 a 600 kilómetros en nuestra atmósfera, informa la NASA.
El fenómeno ocurre típicamente cuando las moléculas (principalmente nitrógeno y oxígeno) son energizadas por la radiación ultravioleta (UV) de la luz solar. Para liberar esa energía, los átomos en la atmósfera inferior chocan entre sí y pierden energía en la colisión. El resultado es un colorido resplandor.
La luminiscencia nocturna revela algunos de los fenómenos de los confines superiores de nuestra atmósfera. Puede ayudar a los científicos a aprender sobre el movimiento de partículas cerca de la interfaz de la Tierra y el espacio, incluidas las conexiones entre el clima espacial y el clima terrestre. Los satélites ofrecen una forma de estudiar esta zona dinámica.
El satélite IONospheric Connection Explorer (ICON) de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto para el 8 de noviembre, ayudará a los científicos a comprender los procesos físicos en el trabajo donde la atmósfera de la Tierra interactúa con el espacio cercano a la Tierra.