Webb ofrece otra mirada a las colisiones galácticas

Imagen compuesta de Arp 107
Imagen compuesta de Arp 107 - NASA/ESA(CSA
Actualizado: miércoles, 18 septiembre 2024 16:36

   MADRID, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Observaciones en infarrojo con el telescopio espacial James Webb revelan un puente blanco y transparente de estrellas extraídas de dos galaxias que interactúan en un lento proceso de fusión.

   Se trata de una galaxia elíptica y una galaxia espiral más grande, conocidas colectivamente como Arp 107, que se encuentra a 465 millones de años luz de la Tierra en la constelación de Leo Minor.

   Esta imagen es una composición que combina observaciones del instrumento MIRI (Mid-InfraRed Instrument) y la cámara NIRCam (Near-InfraRed Camera) del Webb.

   Los datos de MIRI, representados en rojo anaranjado, muestran regiones de formación estelar y polvo que está compuesto de moléculas orgánicas similares al hollín conocidas como hidrocarburos aromáticos policíclicos. MIRI también proporciona una instantánea del núcleo brillante de la gran espiral, hogar de un agujero negro supermasivo.

   La galaxia espiral está clasificada como una galaxia Seyfert, uno de los dos grupos más grandes de galaxias activas, junto con las galaxias que albergan cuásares. Las galaxias Seyfert no son tan luminosas ni tan distantes como los cuásares, por lo que son mejores lugares para estudiar fenómenos similares en luz de menor energía, como la infrarroja, informa la ESA, que opera Webb junto a la NASA y la CSA candadiense.

   Esta región es muy parecida a la Galaxia Rueda de Carro, una de las primeras galaxias en interacción que observó Webb. Arp 107 puede haber resultado muy similar en apariencia a Rueda de Carro, pero como la galaxia elíptica más pequeña tuvo una colisión descentrada en lugar de un impacto directo, la galaxia espiral se salió con la suya y solo sus brazos espirales resultaron perturbados.

   La colisión no es tan mala como parece. Aunque antes se estaba formando mucha estrella, las colisiones entre galaxias pueden comprimir el gas, mejorando las condiciones necesarias para que se formen más estrellas. Por otro lado, como revela Webb, las colisiones también dispersan una gran cantidad de gas, lo que potencialmente priva a las nuevas estrellas del material que necesitan para formarse.