MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
El calentamiento global acelerará el deshielo del permafrost y, como resultado, intensificará de forma abrupta los incendios forestales en las regiones subárticas y árticas de Canadá y Siberia.
Así se desprende de nuevas simulaciones de modelos climáticos por computadora, en un estudio publicado en la revista Nature Communications por un equipo internacional de científicos del clima y expertos en permafrost.
Las tendencias observacionales recientes sugieren que las condiciones cálidas e inusualmente secas ya han intensificado los incendios forestales en la región ártica. Para comprender y simular cómo afectará el calentamiento antropogénico futuro a la ocurrencia de incendios forestales, es importante considerar el papel del deshielo acelerado del permafrost, porque controla fuertemente el contenido de agua del suelo, un factor clave en la quema de incendios forestales. Según los autores, los modelos climáticos recientes no consideraron completamente la interacción entre el calentamiento global, el deshielo del permafrost en las altas latitudes del norte, el agua del suelo y los incendios.
El nuevo estudio utiliza datos de permafrost e incendios forestales generados por uno de los modelos de sistemas terrestres más completos: el Community Earth System Model. Se trata del primer modelo de este tipo que captura de forma integrada el acoplamiento entre el agua del suelo, el permafrost y los incendios forestales.
Para separar mejor el efecto antropogénico del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero de las variaciones naturales del clima, los científicos utilizaron un conjunto de 50 simulaciones del pasado al futuro que abarcan el período de 1850 a 2100 d. C. (escenario de emisiones de gases de efecto invernadero SSP3-7.0), que recientemente llevaron a cabo científicos del Centro de Física del Clima del IBS (Institute for Basic Science), de Corea del Sur, y del National Center for Atmospheric Research (NCAR) en Boulder, Colorado, en la supercomputadora Aleph del IBS (institute for Basic Science).
Con este enfoque de modelado en conjunto, el equipo demostró que, a mediados o finales del siglo XXI, el deshielo antropogénico del permafrost en las regiones subártica y ártica será bastante extenso. En muchas zonas, el exceso de agua del suelo puede drenar rápidamente, lo que provoca una caída repentina de la humedad del suelo, el consiguiente calentamiento de la superficie y el secado atmosférico.
"Estas condiciones intensificarán los incendios forestales", afirma en un comunicado la Dra. In-Won Kim, autora principal del estudio e investigadora postdoctoral en el Centro de Física del Clima del IBS en Busan, Corea del Sur. "En la segunda mitad de este siglo, nuestras simulaciones de modelos muestran un cambio abrupto de prácticamente ningún incendio a incendios muy intensos en tan solo unos pocos años", añade.
Estas tendencias futuras se verán exacerbadas aún más por el hecho de que es probable que la biomasa vegetal aumente en las zonas de alta latitud debido al aumento de las concentraciones atmosféricas de CO2. Este llamado efecto de fertilización del CO2 proporciona, por tanto, combustible adicional para los incendios.
"Para simular mejor la degradación futura del complejo paisaje del permafrost, es necesario mejorar aún más los procesos hidrológicos a pequeña escala en los modelos del sistema terrestre utilizando conjuntos de datos de observación ampliados", afirma la profesora asociada Hanna Lee, coautora del estudio en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.