MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) - El CO2 liberado a la atmósfera por el impacto del asteroide Chicxulub, que puso fin a la era de los dinosaurios, calentó el clima de la Tierra durante 100.000 años. Un estudio, basado en un análisis de registros fósiles, sugiere que la temperatura global de la Tierra aumentó en 5 grados Celsius durante ese tiempo, hace 65 millones de años. Los resultados despiertan inquietudes sobre cuánto tiempo le tomará al planeta recuperarse de los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre, dijo Kenneth MacLeod, profesor de ciencias geológicas de la Universidad de Missouri y autor principal del nuevo trabajo, publicado en Science. Los científicos han teorizado durante mucho tiempo que después de que la roca espacial con un diámetro de 7 a 14 kilómetros se estrelló en la península de Yucatán cerca de la actual ciudad de Chicxulub en México, la temperatura del planeta aumentó bruscamente durante minutos u horas, sijo MacLeod. Después de eso, se desplomó durante meses o décadas, debido a que la gran cantidad de polvo y hollín arrojado a la atmósfera por el impacto bloqueó los rayos del sol. Eventualmente, sin embargo, el dióxido de carbono liberado durante el impacto provocó el calentamiento global a largo plazo. El estudio de MacLeod es el primero en presentar evidencia empírica de cuánto duró este calentamiento global relacionado con los gases de efecto invernadero y cuán sustancial fue. "Pensamos que podíamos resolver esta cuestión mirando fragmentos fosilizados de dientes, escamas y huesos de peces del yacimiento de El Kef en Túnez", dijo MacLeod a Space.com, refiriéndose a un sitio paleontológico en el noroeste de Túnez conocido por tener uno de los los registros fósiles mejor conservados del mundo del período anterior y posterior al impacto de Chicxulub Los investigadores observaron las concentraciones de diferentes isótopos de oxígeno en los fósiles. Estos isótopos difieren en el número de neutrones en el átomo de oxígeno y, según MacLeod, se comportan de forma lígeramente diferente entre sí. "Una de las diferencias es que, a medida que aumenta la temperatura, la cantidad de isótopo de oxígeno ligero, oxígeno 16, en un mineral aumenta relativamente", dijo MacLeod. "Estamos midiendo la relación de oxígeno 16 a oxígeno 18. Cada parte por 1.000 que cambia la relación se correlaciona con un cambio de temperatura de aproximadamente 4,5 a 5 grados Celsius". Los investigadores analizaron 40 muestras tomadas del sitio en Túnez: 10 muestras del período de 50.000 años antes del impacto, 20 muestras de los 100.000 años inmediatamente posteriores al impacto y 10 muestras adicionales de los siguientes 200.000 años. "Descubrimos que había una gran diferencia en los isótopos de oxígeno entre estos tres conjuntos de muestras, sin ambigüedades", dijo MacLeod. Dijo que él y su equipo ahora quieren ver muestras de fósiles de otras partes del mundo y buscar patrones similares. "Una cosa es encontrar 5 grados Celsius de calentamiento en el norte de África. Es incluso más impresionante encontrar 5 grados de calentamiento en el norte de África y tal vez 10 grados de calentamiento en la costa de Australia ", dijo. "Eso realmente fortalecería la idea de que es una señal global y un cambio relacionado con los gases de efecto invernadero". El estudio, dijo MacLeod, no solo arroja más luz sobre lo que le sucedió a los sistemas de la Tierra después de la devastadora colisión, sino que también plantea dudas sobre las consecuencias de las actividades humanas actuales. "Si tuviera que trazar una línea bajo las lecciones de este estudio para la era moderna, sería contemplar la idea de que lo que estamos haciendo en nuestras vidas afectará a la Tierra durante los próximos 100.000 años, lo cual es bastante desalentador". dijo MacLeod.