Cadáver en descomposición de ciervo rojo - UNIVERSIDAD DE GRONINGA
MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los cadáveres de animales no solo son útiles como carroña, sino que sus nutrientes contribuyen al crecimiento de las plantas circundantes, lo que a su vez atrae a insectos y sus depredadores.
Científicos del Centro Alemán para la Investigación Integrativa de Biodiversidad (iDiv) y la Universidad de Groningen han publicado estos hallazgos en la revista 'PLOS ONE', donde recomiendan además relajar las normas que rigen la eliminación de los cadáveres de animales cuando se aplican a las áreas de conservación de la naturaleza.
En la reserva natural holandesa Oostvaardersplassen, una de las áreas de humedales más grandes de Europa Central, los científicos investigaron cómo los cadáveres de los ciervos rojos impactan la biodiversidad local.
Para este propósito, primero registraron la presencia de especies de insectos en superficies con y sin cadáveres, y luego el crecimiento de las plantas en las inmediaciones de un cadáver.
Descubrieron que los cadáveres no solo benefician directamente a muchos insectos que comen carroña como las moscas o los escarabajos carroñeros, sino que también tienen un efecto positivo a largo plazo en el crecimiento de las plantas.
Las plantas como el cardo de burro ('Carduus crispus') crecieron más de cinco veces más cerca de los cadáveres que en otros lugares, y esto a su vez resultó en un aumento de cuatro veces en el número de insectos herbívoros y sus depredadores.
"Que los cadáveres de animales sean importantes para los carroñeros no es sorprendente --admite en un comunicado el director del estudio, el doctor Roel van Klink--. Sin embargo, no esperaba que tuvieran un impacto tan significativo en toda la cadena alimentaria local, y continúen haciéndolo incluso después de cinco meses, especialmente en suelos tan ricos en nutrientes como en Oostvaardersplassen".
Los resultados arrojan nueva luz sobre el papel de los cadáveres de animales en el ecosistema. "Ahora se acepta ampliamente que la madera muerta permanece en nuestros bosques, lo que beneficia a muchas especies --recuerda el profesor Chris Smit, de la Universidad de Groningen--. Sin embargo, la visión de los animales muertos en la naturaleza a menudo sigue siendo un tabú social, y es una pena dado su importante valor para los ecosistemas y la biodiversidad".
Además de esto, las leyes de la UE hacen que sea difícil dejar los cadáveres de animales grandes en las reservas naturales, por lo que los autores recomiendan relajar estas regulaciones en las reservas naturales.