MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El cambio climático está aumentando el peligro de caída de rocas en los Alpes y otras regiones montañosas, sumándose a los riesgos existentes para los escaladores de montaña.
Esta es la conclusión de un estudio realizado por Arnaud Temme de la Universidad de Wageningen, utilizando guías de escalada escritas por los montañeros en el pasado.
El calentamiento global provoca el deshielo del permafrost y el retroceso de los glaciares y campos de nieve. Esto hace que más rocas se expongan al aire, lo que reduce su estabilidad y aumenta la posibilidad de rodar o caer. Después de degradarse el permafrost, la congelación y descongelación en las grietas y hendiduras empieza a alternarse. El agua se congela, se expande y hace que las grietas crezcan lentamente hasta que se rompe la roca. Las temperaturas más altas llevan a rocas más inestables, lo que aumenta el riesgo de desprendimientos.
En su investigación, Arnaud Temme reunió información sobre la seguridad de las rutas de escalada de los llamados guías de escalada. Estas guías están escritas por alpinistas muy experimentados que describen las rutas de escalada en un área determinada, en este caso los Alpes de Berna en Suiza.
Además de las vías de escalada, en las guías se menciona información sobre riesgos de caída de rocas. Para todas las rutas, se observa el tipo y la orientación de la roca y una indicación de todos los riesgos a lo largo de la ruta.
La guía más antigua de las decenas de guías utilizadas en la investigación fue escrita hace 146 años. Esto permitió a Temme registrar los cambios para un período más largo y vincular estos con el cambio climático.
El cambio climático no aumenta los riesgos en las montañas de una manera igual, otros factores juegan un papel importante. La orientación de la pendiente es importante para calcular los riesgos. Los lados oeste de las montañas parecen ser más pleigrosos debido a cambios de temperatura más grandes. El riesgo también puede ser mayor en lugares rodeados de rocas y en las caras de granito y anfibolita.
Este conocimiento permite hacer previsiones: las propiedades de un área específica pueden dar una indicación de los riesgos que implica. En el futuro, la recopilación de propiedades de la zona se puede procesar en un mapa con las zonas de alto riesgo, incluso en cadenas de montañas donde no se ha llevado a cabo ninguna investigación. De esta manera, el conocimiento histórico contribuye a la predicción de los riesgos futuros en las montañas.