MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
Científicos han utilizado cartas náuticas de siglos de antigüedad, cartografiadas por marinos para evitar naufragios, con el objetivo de estudiar la pérdida de los arrecifes de coral.
Un nuevo estudio estadounidense y australiano --con expertos de la Universidad de Queensland y el Centro de Excelencia en Estudios de Arrecifes de Coral del Consejo Australiano de Investigación, en Australia--, comparó las primeras cartas británicas con mapas modernos de hábitat de coral para entender los cambios en los arrecifes.
El profesor de la Universidad de Queensland (UQ) John Pandolfi explica que para el estudio se usó información de mapas náuticos del siglo XVIII sorprendentemente precisos y datos de satélite para entender la pérdida de coral durante más de dos siglos en los Cayos de Florida. "Encontramos que algunos arrecifes habían desaparecido por completo", relata en un comunicado el profesor Pandolfi.
El estudio fue dirigido por Loren McClenachan, profesora asistente en Colby College, en Waterville, Maine, Estados Unidos. McClenachan afirma que más de la mitad del hábitat de los arrecifes de coral cartografiados en la década de 1770 ya no estaba allí. En algunas zonas, especialmente cerca de la tierra, la pérdida de corales se aproximaba al 90 por ciento. "Encontramos cerca de la costa, secciones enteras de arrecife que no están, pero en contraste, la mayoría de coral mapeado más lejos de la tierra sigue siendo hábitat de arrecifes de coral hoy", detalla.
Esta estimación del cambio durante siglos se suma a las observaciones modernas de la pérdida reciente de corales vivos. Los científicos marinos midieron la pérdida de hábitats de los arrecifes de coral a través de un área geográfica grande, mientras que la mayoría de los estudios miran más de cerca la pérdida de coral vivo de secciones más pequeñas del arrecife.
HUBO ARRECIFES DE CORAL EN ÁREAS NO CLASIFICADAS COMO HÁBITAT
"Encontramos que el arrecife solía existir en áreas que hoy ni siquiera son clasificadas como hábitat de arrecifes --subraya Pandolfi--. Cuando se agrega esto al 75 por ciento de pérdida de coral vivo en los Cayos en esa escala más fina, la magnitud del cambio es mucho mayor de lo que se pensaba".
Este trabajo fue realizado mientras que McClenachan era investigadora visitante en el laboratorio del profesor Pandolfi en la Escuela de Ciencias Biológicas de la UQ en Brisbane, Australia, cuando se tomó un año sabático del Colby College. La investigación reveló la precisión de los primeros mapas.
El investigador postdoctoral en el Laboratorio Bigelow de Ciencias Oceánicas en East Boothbay, Maine, Benjamin Neal dice que los primeros productores representaban el "Silicon Valley de su tiempo". "Tenían la mejor tecnología y la utilizaron para crear nueva información que les confirió mucho poder --apunta Neal--. Los mapas eran esenciales para la expansión del Imperio Británico, y por suerte para nosotros, también incluían mucha información ecológica útil".
McClenachan añade que los hallazgos tienen importantes implicaciones para la conservación y señalan una línea de base espacial cambiante. "Tendemos a concentrarnos en áreas conocidas donde podemos medir el cambio, ¿por qué buscar coral donde nunca supiste que estaba?", plantea esta experta. Según los autores, cuando se pasan por alto cambios tan importantes como éstos, los científicos pueden perder de vista la abundancia pasada, reduciendo las expectativas de conservación y recuperación.