MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los cernícalos adaptan sus estrategias de vuelo y de caza a las condiciones meteorológicas, incluyendo la radiación solar, la velocidad del viento y la temperatura del aire.
La teoría predice que, para maximizar la aptitud, durante la búsqueda de comida los animales deben obtener la mayor cantidad de energía al menor costo de tiempo y energía.
Jesús Hernández-Pliego, de la Estación Biológica de Doñana, y su equipo probaron esta teoría en los cernícalos, pequeños halcones insectívoros que regresan a su nido para alimentar a sus polluelos después de buscar comida. Los cernícalos tienen la opción de desplazarse mediante vuelos de aleteo que ahorran tiempo o vuelos de alto vuelo que ahorran energía, así como capturar presas a través de vuelos activos de ahorro de tiempo o de caza a elevadas alturas con la que ahorran energía.
Los investigadores, que publican su estudio en PLOS ONE, rastrearon cernícalos menores con GPS y acelerómetros triaxiales, que proporcionan datos sobre energía y presupuestos de tiempo en animales salvajes. El estudio incluyó seis cernícalos (cuatro machos y dos hembras) de dos colonias reproductoras en la cuenca del Guadalquivir.
Los investigadores encontraron que las decisiones de comportamiento de los cernícalos variaban con las condiciones climáticas. Cuando aumentó la radiación solar, que refuerza las corrientes ascendentes térmicas, los pájaros reemplazaron el aleteo por el movimiento por lo alto. Cuando la velocidad del viento aumentó, lo cual proporciona una elevación más fuerte, las aves que buscan cambiar la caza de altura por el planeo.
Pero los cernícalos también planeaban más cuando la temperatura del aire aumentaba, posiblemente debido a que el clima más cálido incrementa la actividad de los grandes saltamontes, la presa preferida de los pájaros. Mientras que las estrategias de vuelo y caza variaron drásticamente con el tiempo, los investigadores también encontraron que la energía gastada por viaje de forraje permaneció constante, lo que sugiere que las aves tienen un presupuesto fijo de energía por viaje de forrajeo y ajustan su comportamiento en consecuencia cuando las condiciones ambientales varían.
"El cernícalo menor ('Falco naumanni') ajusta sus decisiones sobre el comportamiento de las estrategias de vuelo (aletear frente volar a gran altura) y de caza (planear frente a altos vueltos) a utilizar durante los viajes de forrajeo en respuesta a las condiciones ambientales --resume Hernández Pliego--. Esto cambia a lo largo del día resultando en marcados patrones circadianos de estrategia de búsqueda de comida en esta especie de rapaces".