MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
La biología reproductiva de las aves es diferente de la de cualquier otro vertebrado vivo, por ello ornitólogos y paleontólogos se han preguntado durante mucho tiempo cómo y cuándo se originaron las características únicas de estos animales.
Una nueva revisión, publicada en 'The Auk: Ornithological Advances', ha examinado las respuestas de las aves a través de tres fuentes: fósiles de aves primitivas, fósiles de los dinosaurios ascendientes de las aves, y las modernas, con el fin de arrojar nueva luz sobre el tema.
Según los expertos, todas las aves modernas comparten ciertas características reproductivas, como un solo ovario funcional y la práctica de la incubación de sus huevos por contacto directo.
Además, el análisis del árbol de familia de las aves también sugiere que construían nidos sencillos, abiertos y que sus crías eran "precoces", es decir, que están bien desarrolladas y casi listas para valerse por sí mismas cuando eclosiona el huevo.
Los dinosaurios cercanos a los ancestros de las aves comparten algunos de estos rasgos, pero tenían dos tractos reproductivos funcionales y sus huevos eran más pequeños en relación con su tamaño corporal y más alargados que los de las aves modernas.
En el análisis de los fósiles de aves primitivas, los huevos de la era Mesozoica las sitúan a medio camino entre sus antepasados dinosaurios y los descendientes modernos en cuanto a tamaño y forma. De esta manera, David Varricchio y Frankie Jackson, de la Universidad del Estado de Montana, han sido capaces de rastrear la evolución de la reproducción de las aves a través de una serie de etapas distintas.
"La reproducción en las aves modernas es distinta entre los vertebrados vivos. Muchos aspectos de este modo de reproducción remontan su origen a los dinosaurios terópodos como ovirraptores y troodontids", ha explicado Varricchio.
"Curiosamente, la reproducción en el grupo más común de las aves mesozoicas es muy similar a la de estos dinosaurios, y así todavía se diferencia de las aves modernas. En consecuencia, las aves modernas se distinguen de las mesozoicas y, quizás, esto contribuyó a que sobrevivieran al fin del evento de gran extinción ocurrido en el Cretácico", han concludio los autores.