La investigación atmosférica proporciona evidencia clara de la señal del cambio climático causado por el ser humano asociada con los aumentos de CO2 - WOODS HOLE OCEANOGRAPHIC INSTITUTION
MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación proporciona evidencia clara de una "huella dactilar" humana en el cambio climático y muestra cómo se ha alterado así la estructura de temperatura de la atmósfera de la Tierra.
Las diferencias entre las tendencias de temperatura troposférica y estratosférica inferior se han reconocido durante mucho tiempo como una huella digital de los efectos humanos sobre el clima. Sin embargo, esta huella dactilar descuidó la información de la estratosfera media a la superior, de 25 a 50 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
"Incluir esta información mejora la detectabilidad de una huella digital humana por un factor de cinco. La detectabilidad mejorada se produce porque la estratosfera media a alta tiene una gran señal de enfriamiento de los aumentos de CO2 provocados por el hombre, pequeños niveles de ruido de la variabilidad interna natural y diferentes patrones de señal y ruido", según el estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El ruido en la troposfera puede incluir el clima diario, la variabilidad interanual que surge de El Niño y La Niña, y las fluctuaciones naturales a largo plazo del clima. En la estratosfera superior, el ruido de la variabilidad es más pequeño y la señal del cambio climático causado por el hombre es más grande, por lo que la señal se puede distinguir mucho más fácilmente.
"La extensión de la toma de huellas dactilares a la estratosfera superior con largos registros de temperatura y modelos climáticos mejorados significa que ahora es prácticamente imposible que las causas naturales expliquen las tendencias medidas por satélite en la estructura térmica de la atmósfera terrestre", afirma el documento.
"Esta es la evidencia más clara que existe de una señal de cambio climático causada por el hombre asociada con aumentos de CO2", según dijo en un comunicado el autor principal Benjamin Santer, científico adjunto en el Departamento de Oceanografía Física del Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI) en Massachusetts.
"Esta investigación socava y refuta las afirmaciones de que los cambios recientes de temperatura atmosférica y superficial son naturales, ya sea debido al Sol o debido a ciclos internos en el sistema climático. Una explicación natural es virtualmente imposible en términos de lo que estamos viendo aquí: cambios en la estructura de temperatura de la atmósfera", agregó Santer, quien ha trabajado en huellas dactilares climáticas durante más de 30 años. "Esta investigación pone fin a las afirmaciones incorrectas de que no necesitamos tratar el cambio climático con seriedad porque es completamente natural".