MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las siete especies de tortugas marinas pueden ingerir o enredarse en los desechos que actualmente proliferan en los océanos, según concluye un estudio global liderado por la Universidad de Exeter.
La investigación se publica en la revista Journal of Marine Science, revela serias lagunas en el conocimiento de las diversas y complejas formas en las que la contaminación del plástico puede dañar la vida marina.
La coautora principal Sarah Nelms, dijo: "Me sorprendió lo poco que se sabe sobre los impactos del plástico sobre las tortugas marinas. Sabemos que los residuos plásticos representan una seria amenaza para la vida silvestre, pero este estudio muestra que se necesita urgentemente más investigación para entender la magnitud del problema."
La producción plástica mundial anual ha pasado de 1,5 millones de toneladas a 299 millones de toneladas en los últimos 65 años y como consecuencia la contaminación por plástico está aumentando, tanto en tierra como en el mar.
El profesor Brendan Godley, quien dirigió el equipo, dijo: "Cuando las tortugas ingieren plástico, pueden sufrir obstrucción intestinal que puede dar lugar a desnutrición, que a su vez puede conducir a problemas de salud, tasas de crecimiento reducidas, rendimiento reproductivo menor e incluso la muerte"
"Es preocupante pensar que casi todo el plástico que entró en el mar todavía está allí; fragmentándose y formando una gran sopa de microplásticos que podrían tener repercusiones alarmantes a largo plazo."
El entrelazamiento de desechos plásticos, tales como artes de pesca perdidas o envases desechados, puede causar laceraciones y mayor resistencia al nadar, lo que puede resultar en ahogamiento o la muerte por inanición.
Los restos en playas también pueden enredar a las hembras anidadoras o atrapar a las crías, y potencialmente afectar también a los nidos de tortugas mediante la alteración de la temperatura y el cambio de la permeabilidad de los sedimentos en las playas de anidación.