MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
El terremoto de magnitud 7,8 que sacudió Nepal el 25 de abril creó ondas de energía que penetraron en la atmósfera superior de la Tierra, perturbando la distribución de electrones en la ionosfera.
La ionosfera es una región de la atmósfera superior de la Tierra situada entre aproximadamente 60 kilómetros a 1.000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Estas perturbaciones se controlaron usando señales transmitidas por el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) que fueron recibidas por un receptor GPS de calidad científica situado en una región vecina a Nepal.
Las mediciones de perturbación, conocidas como contenido total de electrones vertical (VTEC) (representadas en azul en el panel superior), han sido filtradas mediante el software de procesamiento desarrollado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, en Pasadena, California, para mostrar las perturbaciones de onda (círculos en rojo ) en la distribución de los electrones en la ionosfera.
Las ondas tienen periodos de entre dos y ocho minutos de duración. Las mediciones de perturbaciones a raíz de la ruptura del terremoto se encierran en un círculo negro en el panel inferior. Los colores representan la fuerza relativa de las perturbaciones ionosféricas inducidas por el terremoto capturadas por las señales del GPS, con el rojo en el nivel alto y el azul en el bajo.
Los datos muestran que después de la ruptura del terremoto inicial (indicada por la línea negra vertical) se produjo un intervalo de 21 minutos hasta que la perturbación ionosférica generada por el terremoto llegase a una estación de GPS que se encuentra a unas 640 kilómetros de distancia del epicentro en Lhasa, Tibet, China. La estación se encuentra en la Dirección en el Instituto de Topografía y Cartografía de la región del Tibet. El sitio recopila datos de GPS y GLONASS (el sistema de navegación global por satélite de Rusia) a una velocidad de 1 Hertz y forma parte de una colaboración científica internacional conocida como Servicio de GPS Internacional (IGS)
Los científicos estudian las mediciones en la ionosfera causadas por riesgos naturales como terremotos, erupciones volcánicas y tsunamis para comprender mejor la propagación de ondas en la atmósfera superior. Las alteraciones causadas por los terremotos ayudan a los científicos a desarrollar nuevos modelos de propagación de ondas. Estos modelos pueden llegar a ser parte de los futuros sistemas de alerta temprana contra los tsunamis y otros peligros naturales difíciles de detectar.