Estación de observación del Instituto Meteorológico de Finlandia utilizada en el estudio, Parque Nacional Pallas, Finlandia ártica. - JEFF WELKER
MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una reducción del 50% en la capa de hielo marino del Ártico ha aumentado la evaporación en aguas abiertas y en invierno para alimentar nevadas más extremas más al sur de Europa.
Un nuevo estudio, dirigido por la doctora Hanna Bailey de la Universidad de Oulu, Finlandia, encontró más específicamente que el declive a largo plazo del hielo marino del Ártico desde finales de la década de 1970 tuvo una conexión directa con un evento meteorológico específico: la "Bestia del Este": la nevada de febrero de 2018 que detuvo gran parte del continente europeo, causando pérdidas por mil millones de libras esterlinas al día.
Los investigadores descubrieron que el vapor atmosférico que viajaba hacia el sur desde el Ártico llevaba una huella geoquímica única, que revelaba que su origen era la superficie cálida y abierta del mar de Barents, parte del océano Ártico entre Noruega, Rusia y Svalbard. Descubrieron que durante la "Bestia del Este", las condiciones de aguas abiertas en el mar de Barents suministraron hasta el 88% de la nieve fresca correspondiente que cayó sobre Europa. Publican resultados en Nature Geoscience.
"Lo que estamos encontrando es que el hielo marino es efectivamente una tapa en el océano. Y con su reducción a largo plazo en el Ártico, estamos viendo cantidades crecientes de humedad que ingresan a la atmósfera durante el invierno, lo que impacta directamente en nuestro clima más al sur, provocando fuertes nevadas extremas. Puede parecer contrario a la intuición, pero la naturaleza es compleja y lo que sucede en el Ártico no se queda en el Ártico". dice Bailey en un comunicado.
Al analizar las tendencias a largo plazo a partir de 1979, los investigadores descubrieron que por cada metro cuadrado de hielo marino invernal perdido en el mar de Barents, había un aumento correspondiente de 70 kilos en la evaporación, la humedad y la nieve que caían sobre Europa.
Sus hallazgos indican que en los próximos 60 años, un mar de Barents sin hielo previsto probablemente se convertirá en una fuente importante de aumento de las precipitaciones invernales, ya sea lluvia o nieve, para Europa.
"Este estudio ilustra que los cambios abruptos que se están presenciando en el Ártico ahora realmente están afectando a todo el planeta", dice el profesor Hubbard.