MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
La presión sobre las abejas jóvenes para crecer deprisa y salir a buscar comida podría explicar el descenso apreciado en las poblaciones de abejas de todo el mundo. Así lo revela una nueva investigación publicada en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
El problema de colapso de colonias (CCD, por sus siglas en inglés) es una gran amenaza para las colonias de abejas en todo el mundo y afecta a su capacidad para llevar a cabo la polinización de cultivos vitales para la alimentación humana.
Ha sido un motivo de preocupación urgente para los científicos y los agricultores de todo el mundo, por lo menos desde hace una década, pero todavía no se ha identificado de manera concluyente una causa específica para el fenómeno.
Las abejas suelen comenzar la búsqueda de comida cuando tienen entre dos y tres semanas de edad, pero cuando las colonias de abejas se ven agobiadas por la enfermedad, la falta de alimentos u otros factores que matan a las abejas de más edad, las abejas más jóvenes comienzan a buscar alimento a una edad más joven.
Investigadores colocaron rastreadores de radio a miles de abejas y realizaron un seguimiento de sus movimientos a lo largo de sus vidas. De esta forma, encontraron que las abejas que comenzaron a buscar alimento más temprano en su vida realizaron menos vuelos para alimentarse que otras y tenían más probabilidades de morir durante sus primeros vuelos.
Científicos de la Universidad Queen Mary de Londres (QMUL, por sus siglas en inglés), en Reino Unido; la Universidad Macquarie en Sydney y la Universidad de Sydney, Australia, y la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos, emplearon esta información para modelar el impacto en las colonias de abejas de miel.
Así, vieron que cualquier estrés que conduzca a la muerte crónica durante el forrajeo de las abejas normalmente mayores llevó a una búsqueda de alimento cada vez más joven. Esta población más jóven que se dedica a la búsqueda de alimento llevó a un peor rendimiento y muertes más rápidas de las abejas que recogen el forraje, acelerando dramáticamente el declive de la colonia al igual que las observaciones del CCD vistas en todo el mundo.
"Las abejas jóvenes que salen de la colmena en un momento temprano de su vida es probable que tengan un comportamiento de adaptación a una reducción del número de abejas mayores. Pero si el aumento de la tasa de mortalidad continúa durante demasiado tiempo o la colmena no es lo suficientemente grande como para resistir en el corto plazo, esta respuesta natural podría alterar el equilibrio social de la colonia y tener consecuencias catastróficas", argumenta Clint Perry, de la Escuela de Ciencias Biológicas y Químicas de QMUL.
"Nuestros resultados sugieren que el seguimiento del momento en el que las abejas comienzan a alimentarse puede ser un buen indicador de la salud general de una colmena. Nuestro trabajo arroja luz sobre las razones detrás del colapso de colonias y podría ayudar en la búsqueda de formas de prevenir el colapso de colonias", concluye.
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