La investigación ha estudiado el aire antiguo atrapado dentro de pequeñas burbujas de aire en un núcleo de hielo antártico. - S. KIPFSTUHL AWI
MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
En los 800.000 años que abarcan los últimos ocho ciclos glaciares el CO2 absorbido por los ecosistemas ha estado inextricablemente vinculada al aumento y disminución del CO2 atmosférico.
Es la conclusión de un nuevo estudio publicado en la revista 'Science'.
La absorción global de dióxido de carbono atmosférico por la tierra y el mar, también conocida como productividad primaria global (PGP), representa la mayor absorción de dióxido de carbono atmosférico y es importante en el ciclo global del carbono.
Hasta la fecha, la estimación de la respuesta de la PPC a los cambios en el dióxido de carbono atmosférico (CO2) sigue siendo un reto. Sin embargo, comprender esta respuesta es fundamental para prever las proyecciones del futuro cambio climático.
Los ciclos glaciares ofrecen un laboratorio natural para estudiar la respuesta a gran escala de los ecosistemas a los cambios en las concentraciones de CO2. Gran parte de los datos sobre los ciclos glaciares se basan en mediciones del aire atrapado en núcleos de hielo.
El investigador Ji-Woong Yang, del Laboratoire des Sciences du Climat et de l'Environnement/Institut Pierre-Simon Laplace, de la Université Paris Saclay, en Francia, y la Universidad de Copenhague (Dinamarca), y sus colegas reconstruyeron los cambios en la productividad de la biosfera mundial durante los últimos 800.000 años analizando la firma isotópica del oxígeno atrapado en antiguas burbujas de aire encerradas en núcleos de hielo.
Los resultados muestran que, en los últimos ocho ciclos glaciares, la GPP siempre ha sido menor durante los intervalos glaciares en comparación con los interglaciares, y que, en la mayoría de los casos, la productividad empieza a aumentar varios miles de años antes de las terminaciones glaciares.
Además, estos cambios parecen producirse de forma paralela a las concentraciones atmosféricas de CO2, lo que sugiere un impacto dominante del CO2 en la productividad de la biosfera global. Según los autores, los resultados apoyan la presencia de un mecanismo de retroalimentación negativa omnipresente en el que el bajo nivel de CO2 deprime la productividad global, reduciendo así una mayor disminución del CO2.
"Este análisis confirma la importancia global de la fertilización por CO2 y proporciona restricciones sobre el tamaño de su efecto --escriben Corinne Le Quéré y Nicolas Mayot en una Perspectiva relacionada--. Aunque siguen existiendo muchas incertidumbres, está claro que la retroalimentación amortiguadora de la fertilización por CO2 disminuirá en las próximas décadas, mientras que la retroalimentación amplificadora del clima sobre el almacenamiento de carbono sigue creciendo".