MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Casi el 20 por ciento de los alimentos que se ponen a disposición de los consumidores se pierde por la sobrealimentación o el desperdicio, sugiere un estudio de la Universidad de Edimburgo.
Estadísticamente, y a pesar del hambre que afecta a una parte de la población, la Humanidad consume alrededor del 10 por ciento más de alimentos de los que necesita, mientras que casi el nueve por ciento es tirado o se deja que se estropee.
Los esfuerzos para reducir los miles de millones de toneladas perdidas podrían mejorar la seguridad alimentaria mundial, asegurando que todos tengan acceso a una dieta nutritiva y segura, y ayuden a prevenir daños al medio ambiente.
Científicos de la Universidad de Edimburgo examinaron diez etapas clave del sistema alimentario mundial -incluyendo el consumo de alimentos y el cultivo y cosecha de cultivos- para cuantificar el alcance de las pérdidas, según un comunicado.
Utilizando los datos recogidos principalmente por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el equipo encontró que se pierde más alimento del sistema de lo que se pensaba anteriormente.
Casi la mitad de los cultivos cosechados -o 2.100 millones de toneladas- se pierden por el consumo excesivo, los residuos de consumo y la ineficiencia en los procesos de producción, dicen los investigadores.
La producción ganadera es el proceso menos eficiente, con pérdidas del 78% o 840 millones de toneladas, según el equipo. Aproximadamente 1.080 millones de toneladas de cosechas se utilizan para producir 240 millones de toneladas de productos comestibles de origen animal, como la carne, la leche y los huevos.
Esta etapa por sí sola representa el 40 por ciento de todas las pérdidas de cosechas, según los investigadores. El aumento de la demanda de algunos alimentos, en particular la carne y los productos lácteos, disminuiría la eficiencia del sistema alimentario y podría dificultar la alimentación sostenible de la población en el mundo, dicen los investigadores.
El cumplimiento de esta demanda podría causar daño ambiental al aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero, agotar el suministro de agua y causar la pérdida de biodiversidad.
Alentar a la gente a comer menos productos animales, reducir el desperdicio y no exceder sus necesidades nutricionales podría ayudar a revertir estas tendencias, dice el equipo.
El estudio se publica en la revista Agricultural Systems. Se llevó a cabo en colaboración con el Colegio Rural de Escocia, la Universidad de York, el Instituto de Tecnología de Karlsruhe y el Centro para la Investigación del Tiempo y el Clima de Australia.
Peter Alexander, de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo y el Colegio Rural de Escocia, quien dirigió el estudio, dijo: "La reducción de las pérdidas del sistema alimentario mundial mejoraría la seguridad alimentaria y ayudaría a prevenir el daño ambiental. No sólo es perjudicial para la salud, sino que encontramos que comer demasiado es malo para el medio ambiente y perjudica la seguridad alimentaria ".
El profesor Dominic Moran, de la Universidad de York, quien participó en el estudio, dijo: "Este estudio destaca que la seguridad alimentaria tiene dimensiones de producción y consumo que deben considerarse al diseñar sistemas de alimentos sostenibles. Puede significar cosas diferentes para diferentes personas".