La pérdida de posidonia reduce las zonas de captura de CO2

Praderas Submarinas
Foto: CSIC
Actualizado: lunes, 9 febrero 2015 13:25

MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La pérdida de praderas submarinas de posidonia supone un problema doble: esas zonas dejan de capturar CO2 atmosférico, y además pueden convertirse en fuentes de ese gas cuando se erosionan.

   Esta es una de las principales conclusiones de un estudio internacional, publicado en 'Journal of Ecology', elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universitat Autònoma de Barcelona y el Oceans Institute de la University of Western Australia.

   "La replantación de praderas evita que se erosionen estos depósitos de carbono orgánico acumulado durante siglos en praderas que han desaparecido", ha explicado la investigadora del CSIC y coautora del trabajo Núria Marbà.

   "Nuestros resultados indican que la pérdida de este ecosistema debe haber representado también una importante pérdida en la capacidad de secuestro y almacenamiento de carbono de los sedimentos de praderas submarinas", ha añadido, informa el CSIC.

   Pere Masqué, investigador de la Universitat Autònoma de Barcelona, ha señalado que "el área potencial disponible para llevar a cabo proyectos na importante pérdida en la capacidad de secuestro y almacenamiento de carbono de los sedimentos de praderas submarinasde replantación de angiospermas marinas es enorme", y asegura que "estos pueden ayudar a reconstruir los sumideros de carbono, así como a conservar los depósitos antiguos".

   Las praderas submarinas son sumideros de carbono relevantes a escala global, por ello su conservación y restauración puede contribuir a mitigar las emisiones antropogénicas, según indican los investigadores. Además, los resultados de este estudio contribuyen a disipar las dudas que limitan el desarrollo de estrategias de carbono azul en praderas submarinas. El carbono azul es el carbono captado en ecosistemas marinos y costeros, y almacenado en forma de biomasa y sedimentos.

   El estudio fue realizado en la laguna costera de Oyster Harbour, al sur de Australia occidental. "Este entorno alberga una pradera submarina de Posidonia australis que sufrió una reducción muy importante entre los años 60 y finales de los 80. A partir de 1994, la pradera aumentó, en parte gracias a una serie de replantaciones realizadas hasta 2006 por uno de los autores del estudio, Geoff Bastyan", ha apuntado la científica del CSIC.

   Para llevar a cabo el estudio se han utilizado técnicas de datación del sedimento que han permitido cuantificar la acumulación de carbono en las zonas repobladas, y la erosión del carbono histórico en las zonas sin recolonizar. Este es el proyecto de replantación de praderas cuya evolución se ha seguido durante más tiempo en todo el mundo.

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