MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
El rápido aumento del nivel del mar y el consiguiente retroceso del hábitat costero observados al final de la última Edad de Hielo podrían repetirse si las temperaturas medias pasan ciertos niveles.
Es la conclusión de un análisis realizado por un equipo internacional de científicos de más de una docena de instituciones, según publican en la revista 'Nature'.
Los científicos estudiaron cómo se adaptaron los antiguos hábitats costeros al finalizar el último periodo glaciar hace más de 10.000 años y proyectan cómo es probable que cambien con la subida del nivel del mar prevista para este siglo. Realizaron su análisis examinando los sedimentos oceánicos de antiguas costas de una época en la que los océanos subieron rápidamente, principalmente a causa del deshielo de las capas de hielo del hemisferio norte. Este examen les permitió deducir cómo cambiaron los antiguos hábitats costeros y sirvió de base para mejorar las predicciones sobre el presente.
"Cada tonelada de dióxido de carbono que emite la humanidad hace subir el termostato global, lo que a su vez aumenta el ritmo de subida del nivel global del mar --afirma Robert Kopp, Profesor Distinguido del Departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Rutgers (Estados Unidos) y autor del estudio--. Cuanto más rápido suban los océanos, mayor será la amenaza para las marismas, los manglares y los arrecifes de coral de todo el mundo. Por ejemplo, según nuestro análisis, es probable que la mayoría de los pantanos mareales puedan soportar el aumento del nivel del mar por debajo de 1,5 grados Celsius de calentamiento, pero es improbable que dos tercios puedan soportarlo con 2 grados Celsius de calentamiento."
Los rangos de temperatura mencionados en el estudio son significativos porque se relacionan directamente con el Acuerdo de París, un tratado internacional sobre el cambio climático adoptado en 2015, apunta Kopp, quien también es director del Megalopolitan Coastal Transformation Hub y codirector de la Oficina de Acción Climática de la Universidad. El objetivo del tratado de París es reducir sustancialmente las emisiones de carbono en todo el mundo para limitar el aumento de la temperatura global en este siglo a 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, al tiempo que se prosiguen los esfuerzos para limitar aún más el aumento a 1,5 grados centígrados.
El estudio predice que el aumento de la temperatura global provocará subidas del nivel del mar que conducirán a la inestabilidad y a profundos cambios en los ecosistemas costeros, incluidas las marismas, los manglares, los arrecifes de coral y las islas coralinas.
Las marismas (zonas bajas inundadas y drenadas por las mareas de agua salada) protegen muchas de las costas del mundo. Capturan contaminantes, absorben dióxido de carbono y protegen a las comunidades cercanas de las mareas de tempestad y las inundaciones. Son comunes en las costas atlánticas de Norteamérica. Grandes extensiones de marismas mareales bordean la costa de Nueva Jersey.
"Este nuevo estudio demuestra, a partir de la historia geológica, que, sin mitigación y con las proyecciones actuales, las marismas mareales no tendrán capacidad de adaptación --señala Judith Weis, catedrática emérita de Ciencias Biológicas de Rutgers-Newark, que no es autora del estudio pero es experta en marismas mareales--. Para muchas marismas mareales de Nueva Jersey, esto no es una predicción sino una descripción de la situación actual, en la que el nivel del mar está subiendo más deprisa de lo que las marismas pueden aumentar su elevación. Esto hace aún más vital reducir el cambio climático lo más rápidamente posible", añade.
Las marismas y los manglares se adaptan a la subida del nivel del mar acumulando sedimentos y desplazándose lentamente tierra adentro. "Los manglares y las marismas actúan como amortiguadores entre el océano y la tierra: absorben el impacto de la acción de las olas, evitan la erosión y son cruciales para la biodiversidad de la pesca y las plantas costeras --explica Neil Saintilan, autor principal del estudio y profesor de la Universidad Macquarie de Sydney (Australia)--. Cuando las plantas se encharcan debido al aumento del nivel del mar, empiezan a tambalearse".
Según el estudio, en el peor de los casos, estos hábitats costeros, azotados por la subida del nivel del mar, se reducirán y, en algunos casos, desaparecerán, como ya ocurrió en el pasado remoto.