La renta básica universal también puede reducir las emisiones de CO2

Quema agrícola en la India
Quema agrícola en la India - FLICKR
Actualizado: viernes, 7 junio 2024 17:25

   MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Cobrar un impuesto a las emisiones a los emisores de carbono podría ayudar a financiar un programa de ingreso básico universal y al mismo tiempo reducir la degradación ambiental.

   Es la conclusión de un nuevo análisis publicado en la revista Cell Reports Sustainability, que asegura que este pago regular en efectivo a toda la población mundial tiene el potencial de aumentar el producto interno bruto (PIB) global en un 130%

   "Estamos proponiendo que si podemos combinar el ingreso básico con la protección del medio ambiente, podemos salvar dos pájaros de un tiro", enuncia el primer autor U. Rashid Sumaila de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver (Canadá).

   Sumaila ha estado trabajando para poner fin a los dañinos subsidios pesqueros en todo el mundo, pero muchas personas que dependen de la pesca para su sustento, especialmente aquellos en los países en desarrollo, dicen que necesitan los subsidios para mantener a sus familias. "Una de las formas en que podemos abordar esto es brindar a la gente un ingreso básico. Con eso, podríamos alcanzar objetivos de sostenibilidad sin comprometer los medios de vida de las personas", afirma.

   El equipo de investigación estimó que costaría 41 billones de dólares proporcionar a toda la población mundial de 7.700 millones de personas un ingreso básico, o 442.000 millones de dólares financiar sólo a 9,9 millones de personas que viven por debajo del umbral de pobreza en los países menos desarrollados. A cambio, dar un ingreso básico a toda la población mundial podría aumentar el PIB global en 163 billones de dólares, lo que representa alrededor del 130% del PIB actual.

   El análisis muestra que cada dólar gastado en implementar la renta básica puede generar hasta siete dólares en impactos económicos. "Si le das a alguien un dólar, gastará parte del dinero en comprar comida o pagar el alquiler. Y las personas a las que se les paga por la comida y el alojamiento utilizarán parte de esto para su propio consumo, etc. El dólar se filtrará por toda la sociedad. Nuestros cálculos muestran que el impacto económico de ese dólar será mucho mayor que su monto original", dice Sumaila.

   El equipo también exploró formas de financiar la renta básica. Estimaron que gravar a los emisores de CO 2 por sí solos puede generar alrededor de 2,3 billones de dólares al año, suficiente para proporcionar un ingreso básico a todas las personas que viven por debajo del umbral de pobreza en los países menos desarrollados.

   Los investigadores también sugirieron otras opciones alternativas para financiar programas de renta básica, como un impuesto a la contaminación plástica o la reorientación de subsidios dañinos al petróleo, el gas, la agricultura y la pesca para financiar el programa. Estos enfoques pueden abordar dos de los mayores desafíos en todo el mundo: reducir la degradación ambiental y aliviar la pobreza.

    Los ejemplos del mundo real han demostrado los beneficios de los programas de renta básica. Por ejemplo, en Indonesia, las aldeas que recibieron un ingreso básico tienen tasas de deforestación sustancialmente más bajas que aquellas que no lo tienen.

   "No es fácil implementar impuestos al carbono, pero eso no impide que nuestros académicos informen sobre la evidencia que tenemos. Además, no cobramos impuestos a todos, sólo a quienes contaminan el medio ambiente. Deberían pagar por el daño que causaron", afirma Sumaila.

   La renta básica también puede ser un programa proactivo, afirma Sumaila. Cuando ocurren crisis como pandemias o desastres naturales, las comunidades pueden ser más resilientes. "Vimos que durante la COVID-19 los gobiernos de todo el mundo estaban ideando todo tipo de programas para apoyar a las personas que repentinamente perdieron su capacidad de generar ingresos. Si tuviéramos un ingreso básico, no tendríamos que luchar", concluye Sumaila.