MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Científicos han fechado de forma precisa la roca más antigua del mundo en 4.020 millones de años. Sugieren que la Tierra primitiva estuvo cubierta por una superficie similar a la corteza oceánica.
"Nos da información importante acerca de cómo se formaron los primeros continentes", dice el autor principal Jesse Reimink, de la Universidad de Alberta (Canadá). "Tenemos muy pocos puntos de datos con los cuales evaluar lo que estaba ocurriendo en la Tierra en este momento." De hecho, sólo tres lugares en todo el mundo existen con rocas o minerales de más de 4.000 millones de años de edad: una al norte de Quebec, otra de granos minerales de Australia Occidental, y la formación rocosa de los territorios del noroeste de Canadá examinados en este estudio.
Aunque es bien sabido que las rocas más antiguas se formaron hace antes de 4.000 millones de años, el toque único en la roca estudiada por Reimink es la presencia de granos bien conservados de mineral de zircón, que no deja dudas acerca de la fecha en que se formó. La muestra en cuestión fue encontrada durante el trabajo de campo por el supervisor de la tesis doctoral de Reimink, Tom Chacko, en un área de aproximadamente 300 kilómetros al norte de Yellowknife.
Reimink recientemente completó su doctorado en la Universidad de Alberta antes de iniciar una beca post-doctoral en el Instituto Carnegie para la Ciencia en Washington, DC.
"Los circones registran no sólo la edad sino también otra información geoquímica que hemos explotado en este estudio," continúa Reimink. "Las rocas y el zircón juntos nos dan mucha más información que por separado. El zircón conserva su firma química y registros de información de la edad que no son borrados por los acontecimientos geológicos posteriores, mientras que la roca registra información química que los granos de zircón no retienen".
Él explica que la química de la roca misma parece la de rocas que se están formando hoy en la Islandia moderna, que es de transición entre corteza oceánica y continental. De hecho, Islandia se ha planteado como hipótesis de un análogo de cómo comenzaron a formarse las cortezas continentales.
"Hemos examinado la roca misma para analizar esas señales químicas para explorar la forma en que el magma se introduce en la roca circundante." Una firma en particular registró el paso de asimilación del magma de la corteza terrestre. "Mientras que el magma se enfría, a la vez calienta y funde la roca alrededor de ella, y tenemos evidencia de ello."
Reimink dice que la falta de firmas de la corteza continental en esta roca, diferente de lo que se esperaba en los primeros continentes, lleva a más preguntas que respuestas. Reimink dice uno de los mayores retos como geólogo es que al viajar atrás en el tiempo en la Tierra, la cantidad y la calidad de la evidencia disponible disminuye. "La Tierra está en constante reciclaje en sí, la corteza se deforma o se funde, y se borra la pre-historia", comenta Reimink.
"La presencia de los continentes por encima del agua y expuestos a la atmósfera tienen enormes implicaciones en la química atmosférica y la presencia o ausencia de la vida. La cantidad de continentes de la Tierra tiene una gran influencia química tanto en los procesos de la Tierra profunda (manto y el núcleo) como en la superficie de la Tierra (atmósfera y la biosfera). Hay circuitos de retroalimentación constante entre la química y la geología. Aunque todavía hay muchas incógnitas, esto es sólo un ejemplo de que todo en la Tierra está entrelazado".
El estudio, tituladfo "No hay evidencia de la corteza continental del Hadeano dentro de la unidad de roca evolucionada más antigua de la Tierra", aparece en la edición de octubre de la revista Nature Geoscience.