MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
La reducción del número de especies en un ecosistema también puede causar un cambio significativo en el momento en que florecen las plantas, según se ha demostrado en pastizales.
Según investigadores de la Universidad de California Santa Cruz, estos tipos de cambios resultan preocupantes porque pueden llevar a desajustes en el tiempo entre las especies que dependen unas de otras, como plantas que florecen cuando sus insectos polinizadores no están alrededor, o aves que eclosionan cuando su alimento no es abundante. Los hallazgos, publicados en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', sugieren que los cambios futuros en el tiempo biológico podrían ser mucho mayores de lo que cabe esperar solo del cambio climático.
"Hemos descubierto que la pérdida de especies de un ecosistema hace que las especies restantes florezcan antes, y ése es el mismo efecto que tiene el cambio climático. Añadir un cambio encima de otro podría distanciar la sincronización de los eventos previamente sincronizados aún más de lo esperado", alerta en un comunicado uno de los miembros del equipo, Erika Zavaleta, profesora de Ecología y Biología Evolutiva en la Universidad de California (UC) Santa Cruz, en Estados Unidos.
Zavaleta y sus colegas realizaron el estudio en una pradera serpentina, un ecosistema raro en California que ocurre solamente en suelos serpentinos e incluye muchas especies que no crecen en ninguna otra parte. Después de reducir el número de especies en parcelas experimentales, encontraron que la mayoría de las especies restantes florecían antes de lo habitual.
Los cambios observados en el tiempo de floración pueden estar mediados por modificaciones en el ambiente físico, como la temperatura del suelo, la humedad del suelo o la disponibilidad de nitrógeno, que son el resultado de una menor diversidad de plantas. "Podría deberse a recursos que se están liberando por la pérdida de otras especies, pero aún no hemos podido probar eso experimentalmente", dijo Zavaleta.
El equipo de investigación incluyó a la primera autora Amelia Wolf, que dirigió el estudio como investigadora postdoctoral en el laboratorio de Zavaleta y ahora está afiliada a la Universidad de Columbia y con sede en UC Davis. "La floración avanzada de primavera es uno de los fenómenos más bien descritos y bien publicitados que vinculan el calentamiento global a las comunidades de plantas --dice Wolf--. Los cambios en el tiempo de floración que observamos en estos experimentos son similares en magnitud a los efectos inducidos por el cambio climático".
CAMBIO DE FLORACIÓN POR PÉRDIDA DE DOS ESPECIES IGUAL A UNA DÉCADA DE CALENTAMIENTO GLOBAL
El cambio de floración atribuible a la pérdida de dos especies en el estudio fue aproximadamente el mismo que el cambio promedio debido a una década de calentamiento global en datos de observación a largo plazo, señala. Los experimentos de calentamiento con plantas en entornos controlados han tendido a subestimar los cambios de tiempo observados en la naturaleza y los nuevos hallazgos sugieren que parte de esta diferencia podría ser el resultado de cambios en la biodiversidad.
Zavaleta señaló que los seres humanos están teniendo importantes impactos en la composición y diversidad de las comunidades de plantas en todo el mundo. Entre las amenazas a la biodiversidad vegetal están la pérdida de hábitat, las especies invasoras, la contaminación atmosférica y la cosecha directa.
Trabajos anteriores en el laboratorio de Zavaleta han documentado cómo las pérdidas de especies pueden desencadenar efectos en cascada en un ecosistema, como cuando la pérdida de una especie de planta provoca la pérdida de un insecto que la poliniza o cuando la pérdida de una especie animal provoca la pérdida de plantas que dependen de él para la dispersión de la semilla.
"Estamos perdiendo especies a un ritmo tan rápido en estos días, que se plantea la cuestión de cómo estos efectos se producen en cascada a través de un ecosistema y afectan a la ecología y la evolución de lo que queda -apunta--. Este estudio revela una nueva vía por la cual la pérdida de especies puede afectar la dinámica de un ecosistema. Abre la posibilidad de que el tiempo biológico va a responder de manera inesperada a la avalancha de diferentes tensiones que los sistemas naturales están experimentando y apunta que las respuestas podrían ser mayores de lo esperado".