MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Mediterráneo se vió afectado este verano por una de las olas de calor marinas más intensas observadas en la era de los satélites, con temperaturas en superficie 5 grados Celsius sobre la media.
CAREHeat (DeteCtion and ThreAts of MarinE Heat Waves), un proyecto financiado por la ESA, tiene como objetivo desarrollar estrategias novedosas para identificar olas de calor marinas, evaluar su estado y tendencias y comprender su impacto en la vida marina.
El proyecto, que comenzó en marzo de 2022, utilizó datos de temperatura de la superficie del mar en tiempo casi real disponibles del Servicio Marino de Copernicus, y ha podido detectar y monitorear la ola de calor marina del Mediterráneo que ocurrió este verano.
El equipo descubrió que esta ola de calor particularmente extrema comenzó en la segunda quincena de abril y se extendió por el centro y el noroeste del mar Mediterráneo. En la zona, el aumento de la temperatura superficial del mar se aceleró alrededor del 10 de mayo y, en casi 10 días, se observó un cambio brusco de temperatura, de 16 °C a 22 °C.
PERSISTE EN SEPTIEMBRE
En el mar de Liguria, un brazo del Mediterráneo, la máxima intensidad de la ola de calor se alcanzó el 21 de julio, cuando la anomalía media alcanzó los 5 °C. A 13 de septiembre, la ola de calor en el Mediterráneo sigue presente.
"Todavía estamos observando una anomalía en la temperatura promedio de la superficie del mar de alrededor de 2 °C, que se intensificó en el noroeste del Mediterráneo, donde la anomalía supera los 4 °C", comentó en un comunicado Rosalia Santoleri, coordinadora del proyecto CAREHeat. Un vídeo ilustra el seguimiento de la anomalía de temperaturas.
El equipo continuará monitoreando la evolución de esta ola de calor con el objetivo de comprender cómo se propaga la señal de temperatura debajo de la superficie, cuáles son los impulsores de este evento extremo de larga duración y qué impacto tiene en el ecosistema marino mediterráneo.
Las olas de calor marinas son aumentos extremos de la temperatura del océano durante un período prolongado de tiempo. Su magnitud y frecuencia tienen impactos dañinos en los ecosistemas marinos, amenazan la biodiversidad marina y tienen un impacto negativo en las industrias de la pesca, la acuicultura y el turismo.
Las temperaturas más altas del agua asociadas con las olas de calor marinas también pueden causar eventos climáticos extremos, como tormentas tropicales y huracanes, e interrumpir el ciclo del agua, lo que aumenta la probabilidad de inundaciones, sequías e incendios forestales en tierra.
A medida que la temperatura global de los océanos sigue aumentando, las olas de calor marinas se han generalizado y solo se espera que aumenten en intensidad, duración y frecuencia en el futuro debido al cambio climático inducido por el hombre.