MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
Núcleos de sedimentos del fondo marino revelan una abrupta pérdida extensa de oxígeno en el océano cuando las capas de hielo se derritieron hace aproximadamente entre 10.000 y 17.000 años.
Los resultados de un estudio de la Universidad de California Davis proporcionan una idea de los cambios similares observados en el océano en la actualidad.
En el trabajo, publicado en la revista 'Plos One', los investigadores analizaron los núcleos de sedimentos marinos de diferentes regiones del mundo para documentar el grado en que las zonas de bajo oxígeno en el océano han aumentado en el pasado debido al cambio climático.
Desde el Pacífico subártico a los márgenes de Chile, encontraron evidencia de una pérdida de oxígeno extrema que se extiende desde la parte superior del océano a unos 3.000 metros de profundidad. En algunas regiones oceánicas, dicha pérdida se llevó a cabo durante un periodo de tiempo de 100 años o menos.
"Ésta es una historia global que teje estas regiones entre sí y demuestra que cuando se caliente el planeta rápidamente, cuencas oceánicas enteras pueden perder oxígeno muy abrupta y ampliamente", dice la autora principal, Sarah Moffitt, erudita postdoctoral en el Laboratorio 'Bodega Marine' de la Universidad de California Davis y anteriormente estudiante con el Grupo de Posgrado en Ecología.
Los organismos marinos, desde el salmón y las sardinas a cangrejos y ostras, dependen del oxígeno para existir. Adaptarse a un entorno marino con niveles de oxígeno que caen rápidamente requeriría una importante reorganización de los seres vivos y sus hábitats, del mismo modo en el que las especies polares que viven hoy sobre la tierra se están moviendo a latitudes más altas y frías.
Los investigadores eligieron el periodo de desglaciación porque era un momento de aumento de la temperatura global, el dióxido de carbono en la atmósfera y los niveles del mar, muchos de los signos del cambio climático global que la Tierra está experimentando ahora.
"Nuestro océano moderno está entrando en un estado que no tiene precedentes en la historia humana -subraya Moffitt--. La idea de que nuestros océanos tendrán un aspecto muy, muy diferente en 100-150 años es real. Los administradores de recursos y conservacionistas pueden utilizar la ciencia para llevar la gestión ambiental a un enfoque reflexivo de precaución".
@CIENCIAPLUS