MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un estudio elaborado en 2008, que determinaba que dos tercios de los materiales de la Tierra podrían haber surgido a partir de la misma vida, cobra ahora más sentido ante los numerosos exoplanetas descubiertos por la sonda Kepler y que podrían ser habitables. El autor principal de dicho trabajo, Robert Hazen, ha señalado que estas teorías son ahora más interesantes porque se pueden confirmar si están bien encaminadas analizando estos mundos.
Según ha indicado, durante su participación en una charla en la Institución Carnegie de Washington, estudio apunta, principalmente, hacia la creencia de que los minerales y la vida han co-evolucionado juntos: la vida se hizo más compleja y el número de minerales aumentaron con el tiempo.
Así, ha explicado que el primer mineral en el cosmos fue, probablemente el diamante, que se forma en las supernovas. Estas explosiones de estrellas están donde se crearon los elementos más pesados en el cosmos, haciendo al Universo más rico de lo que es en sus incios, una mezcla de hidrógeno y helio.
Para Hazen, "hay 10 elementos que fueron clave en la formación de la Tierra, así como la de otros planetas del Sistema Solar". "Lo que también significa que, presumiblemente, éstos se aplicarían a los exoplanetas", ha añadido. Estos son carbono, nitrógeno, oxígeno, magnesio, silicio, carbono, titanio, hierro y nitrógeno, que se formó a partir de una docena minerales en la Tierra primitiva.
De esta decena se ha pasado, hoy en día, a más de 4.900 minerales en el planeta que se forman a partir de 72 elementos esenciales y, todo este proceso, el investigador lo ha dividido en 10 etapas evolutivas.
En la primera, denominada 'Condritas Primarias' (hace 4.560 millones años), se formó el Sistema Solar frío y se contaba con 60 especies de minerales; mientras que en la segunda, 'Los protoplanetas' (4.560 a 4.550 millones de años), surgieron feldespatos, micas, arcillas y cuarzo, sumando hasta 250 especies de minerales. Ya en la tercera, que Hazen ha llamado 'Los planetas' (4.550 a 3.500 millones de años), hay diferencias entre los mundos. Así, en uno "seco" como Mercurio, la evolución se detuvo en cerca de 300 especies de minerales y en uno "húmedo", como Marte, se llegó hasta los 420, que incluyen hidróxidos y arcillas producidos a partir de procesos tales como el vulcanismo y las heladas.
La cuarta etapa está marcada por la formación de granito (pasado los 3.500 millones de años), lo que supuso llegar a las 1.000 especies de minerales, incluyendo el berilo y tantalita. La quinta fase, conocida como 'La tectónica de placas' (3.000 millones de años), crearon minerales hasta llegar a las 1.500 especies, debido a cambios producidos por los cambios que las placas realizaron en el interior de la Tierra.
SURGEN LOS QUIMIOLITOAUTÓTROFOS
Al llegar a este punto, Hazen ha indicado que estas etapas "son las que se pueden cumplir en cualquier planeta, aunque éste no tenga después vida".
Así, lo que hace 'especial' a la Tierra comienza hace 2.500 millones de años, cuando continuaban existiendo unas 1.500 especies de minerales en la atmósfera primitiva de la Tierra y cuando se produjo el surgimiento de quimiolitoautótrofos, o la vida que obtiene energía de la oxidación de compuestos inorgánicos.
Desde ahí, y en los siguientes 1.000 años, tuvo lugar un gran aumento en las especies minerales, hasta llegar a las 4.500, entre ellas destaca que el oxígeno se convierte en un jugador dominante en la atmósfera. "Estamos tratando de entender si esto sería un paso decisivo también para cualquier otro planeta o existen algunas vías alternativas", ha explicado el científico durante su intervención.
Las últimos tres etapas hasta el día de hoy se centran en la aparición de los grandes océanos, la era global de hielo y luego (en los últimos 540 millones años) la biomineralización o el proceso en que los organismos vivos producen minerales. Esta última etapa incluye el desarrollo de las raíces de los árboles, lo que llevó hasta especies tales como hongos, microbios y lombrices.
En este punto, el investigador destaca que el oxígeno no indica necesariamente que haya vida compleja. Sin embargo, el experto de la Universidad de Washington David Fellow sí que destaca que el oxígeno se elevó en la atmósfera hace unos 2,4 millones de años, coincidiendo con la aparición de la vida compleja. "La vida de la mayoría de los animales como los entendemos hoy no podrían haber sido posible, ya que no podía respirar", ha añadido.
Al respecto, Hazen ha indicado que serán necesarios más estudios serán necesarios acerca de esta etapa en la historia de la Tierra y en el de otros mundos. A su juicio, mientras no se encuentre otro planeta similar con vida no se podrán comprobar estas teorías.