MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
Expertos de la Universidad de Sidney, en Australia, han desvelado el misterio de qué desencadenó el inicio del movimiento de las placas tectónicas masivas de la Tierra a través de su superficie. Según plantean estos investigadores en un artículo que se publica en la revista 'Nature', el detonante que causó este fenómeno pudo ser la expansión de los continentes.
"La Tierra es el único planeta en nuestro sistema solar en el que se produce el proceso de la tectónica de placas --subraya el profesor Patrice Rey, de la Universidad de la Escuela de Geociencias de Sidney--. El registro geológico sugiere que hasta hace 3.000 millones años la corteza de la tierra estaba inmóvil, de forma que lo que provocó este fenómeno único ha fascinado a los geocientíficos durante décadas. Sugerimos que fue provocada por la difusión de los continentes primitivos y, entonces, eventualmente se convirtió en un proceso autosostenible".
Hay ocho grandes placas tectónicas que se mueven por encima del manto de la Tierra a velocidades de hasta 150 milímetros por año. En términos simples, el proceso consiste en placas que se arrastran en el manto terrestre en ciertos puntos y se alejan unas de otras, en lo que se ha denominado 'la cinta transportadora'. La tectónica de placas depende de la relación inversa entre la densidad de las rocas y la temperatura.
En las dorsales oceánicas, las rocas están calientes y su densidad es baja, lo que las hace más flotantes o más capaces de flotar. A medida que se alejan de los cantos montañosos, se enfrían y aumenta su densidad hasta que se convierten en más densas que el manto caliente subyacente, se hunden y se 'arrastran' hacia bajo.
Pero hace entre 3.000 o 4.000 millones de años, el interior de la Tierra estaba más caliente, la actividad volcánica ra más prominente y las placas tectónicas no se volvían frías y densas suficientemente para hundirse de forma espontánea. "Entonces no existía el motor que impulsa la tectónica de placas", afirma el profesor Rey, autor principal del trabajo junto a Nicolas Flament, de la Escuela de Geociencias de Sidney, y Nicolas Coltice, de la Universidad de Lyon, en Francia.
"En cambio, los gruesos y flotantes continentes primitivos estallaron en medio de las placas inmóviles. Nuestro modelo muestra que estos primeros continentes podrían haber llevado mucha tensión a las placas circundantes. Como eran folotantes se extendieron horizontalmente, obligando a las placas adyacentes a ser empujadas por debajo de sus bordes", desgrana este experto.
"Esta extensión de los primeros continentes podría haber producido episodios intermitentes de la tectónica de placas hasta que el interior de la Tierra se enfrió y su corteza y la placa del manto se hizo más intensa, de forma que la tectónica de placas se convirtió en un proceso autosostenido que nunca ha parado y ha dado forma a nuestro planeta moderno", añade.