MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) - "En las últimas décadas, principalmente hemos visto una disminución de las emisiones de CFC reflejadas en estas mediciones, debido al Protocolo de Montreal. Por lo tanto, fue inesperado cuando hubo datos el año pasado de que, a partir de 2013, las emisiones globales de uno de los CFC más importantes de repente comenzaron a crecer", agrega. La pregunta, entonces, era de dónde venían estas nuevas emisiones. Hasta ahora, los investigadores solo tenían una indicación de que al menos parte de la fuente estaba ubicada en algún lugar del este de Asia. Para localizar mejor las fuentes de emisiones, las estaciones de medición más recientes se han ubicado más cerca de las regiones industrializadas. En este caso, la clave de la ubicación de las nuevas emisiones de CFC-11 provino de una estación AGAGE en Corea del Sur y una estación afiliada a AGAGE administrada por el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES) en Japón. Informes anteriores de la Agencia de Investigación Ambiental y del 'New York Times' han sugerido que los fabricantes chinos de espumas estaban usando CFC-11 después de la prohibición global. Además, las autoridades chinas han identificado y cerrado recientemente algunas instalaciones de producción ilegal.