MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La reciente desaceleración en el aumento de las temperaturas del aire medias mundiales no marcará ninguna diferencia en lo mucho que el planeta se calentará hasta el año 2100.
Un nuevo estudio publicado en 'Nature Climate Change' comparó modelos climáticos que capturan la actual desaceleración en el calentamiento con los que no lo hacen, descubrieron que las proyecciones de calentamiento a largo plazo se mantuvieron sin cambios en los dos grupos de modelos.
"Esto muestra que la desaceleración en el calentamiento global no tiene relación con las proyecciones a largo plazo, sino que se debe simplemente a la variabilidad decadal. Los gases de efecto invernadero eventualmente desbordan esta fluctuación natural", explica el autor principal y director de investigación del Centro ARC de Excelencia para la Ciencia de Sistemas del Clima, en Australia, Matthew England.
Para separar los resultados de la temperatura a largo plazo de la variabilidad a corto plazo, los investigadores tomaron 200 simulaciones del clima y las reevaluaron hasta 2100, comparando aquellas que contemplaron la actual desaceleración con las que no lo hicieron. Se analizaron los modelos usando una de las dos proyecciones de las emisiones de carbono del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
El primero fue un escenario en el que las concentraciones de gases de efecto invernadero siguen aumentando sin control a través del siglo XXI mientras el segundo supone la reducción de las emisiones para abordar el calentamiento global, alcanzando un máximo en 2040, antes de disminuir drásticamente.
Bajo el escenario de emisiones altas, la diferencia en la media de calentamiento proyectada para fin de siglo entre los dos grupos de modelos es de menos de 0,1 °C; con una pequeña fracción de calentamiento global proyectada de 5 ° C si las emisiones no se frenan. Un calentamiento de esta magnitud va mucho más allá del umbral de 2 ° C considerado el límite de seguridad por el IPCC.
En el pasado, algunos grupos de presión han tratado de argumentar que la reciente desaceleración en el incremento de la temperatura media global es una razón para abandonar los esfuerzos nacionales e internacionales para reducir las emisiones de carbono. Este estudio muestra que la desaceleración no hace sino reflejar la variabilidad a corto plazo.
El calentamiento global a largo plazo aún se prevé que alcance niveles peligrosos a menos que las emisiones de carbono se reduzcan drásticamente en las próximas décadas. "Nuestra investigación muestra que aunque puede haber fluctuaciones a corto plazo de las temperaturas medias globales, el calentamiento a largo plazo del planeta es una consecuencia inevitable del aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero. La tan publicitada desaceleración del calentamiento global es sólo una distracción para la tarea en cuestión", concluye England.